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RAYO VALLECANO. Artículo de opinión

¿Qué está pasando?

Todos lo vimos antes de su fichaje y todos lo estamos sufriendo desde que se decidió seguir adelante

Escrito por Miércoles, 01 Febrero 2017

    Opinión. "El actual Rayo ha traspasado una línea roja que en Vallecas es infranqueable y lo ha hecho pese a que todas las alarmas estaban encendidas desde horas antes de tomarse la decisión definitiva".

    Opinión. ¿Qué está pasando en nuestro Rayo? ¿Quién lo sabe? Todos lo intuyen, unos exageran, otros seguramente se quedarán cortos, pero lo que es innegable es que algo está pasando y nada bueno. Al contrario de como me gustan las cosas en muchas ocasiones, hoy iré de lejos a cerca, para acercarme al día de hoy despacito, con calma y con amargura, con dolor, con respeto por la historia de un club como este y sus gentes y con mucho miedo, porque lo tengo.

    ¿Qué está pasando? El fiasco de la aventura americana de Martín Presa y los suyos es de dimensiones colosales para un club como el de Vallecas. Ni una explicación, ni una disculpa, ni una razón, ni un comentario. Silencio absoluto. El paso del Rayo por Oklahoma se reduce a unas buenas deudas, a un dinero tirado a la basura, a varios viajes de unos cuantos a tierras americanas y poco más. La excusa es el descenso a Segunda División, la razón verdadera, que el equipo no ha conseguido el arraigo que muchos presagiaban y eso que, deportivamente, la temporada ha sido más que exitosa gracias a unos jugadores comprometidos con un proyecto que fue ruinoso desde el primer al último día. ¿Para cuándo una explicación convincente? ¿Para cuando unas cuentas bien echadas y un desglose como es debido?

    ¿Qué esta pasando? El Rayo sigue sin junta de accionistas, debe ser que no la necesita. Total, el club es suyo. No hay que explicar nada, todo se hace por decreto y mando, todo se deshace por mando y decreto. Así funciona el Rayo, desde dentro y desde fuera. Y así nos luce el pelo. Los accionistas, pocos sí, minoritarios sí, pero tontos no, quieren su junta, quieren explicaciones, saber qué pasó finalmente con el patrocinio de Qbao, qué pasa con los ingresos por traspaso de Jozabed o Leo, qué pasó en Oklahoma y cómo es posible que, por segundo año consecutivo, se vuelva a preparar un presupuesto de cuentas anuales con tantos errores que no hay quién entienda nada.

    ¿Qué está pasando? La planificación deportiva es un desastre y la ausencia de fichajes, pero sobre todo de capacidad para mover ese vestuario y buscar acomodo a los que menos se necesita, empieza a ser preocupante. Se ha fichado un portero, que no juega, y a un centrocampista con buena pinta que ya veremos si no se aburre con el juego del equipo. Luego hablamos de "lo otro", que tiene miga. Hay quien se pregunta qué ha estado haciendo Planes desde que llegó Baraja y supo que al entrenador había ciertas cosas que no le gustaban. No han llegado los recortes solicitados por Baraja, pero tampoco los refuerzos que esperaba la afición. Mala pinta.

    ¿Qué está pasando? La relación entre el club, y cuando digo "el club" me refiero a sus dirigentes, y la afición atraviesa seguramente el peor momento desde la llegada de Martín Presa a la presidencia. El que más y el que menos se pregunta las motivaciones que tienen algunos para permanecer en un sitio en el que ya no son queridos, si es que alguna vez lo fueron, y para aguantar tanta presión a todos los niveles. El #Presaveteya de twitter atronó anoche en las redes sociales y el domingo seguro que habrá 'jaleo' en el Estadio. No está el horno para bollos.

    Y llego al punto culminante, al sinsentido más absoluto, al descontrol y el esperpento vivido en las últimas horas del mercado de fichajes. El Rayo buscaba un delantero y, mira que hay futbolistas en el mercado, se fue a fijar en un ucraniano, internacional por su país (además de ultranacionalista) y que nada más llegar a España ya tuvo 'movida' por su supuesta vinculación a grupos fascistas. Bastaba con bucear un poco por el inmenso universo de la red para descubrir lo que entre unos y otros fueron sacando a la luz. Esta foto, aquella conexión en Facebook, ese vídeo... vamos, que ni 'pintao' para que quien dirige a un Rayo Vallecano se planteara dos veces la opción, sabiendo que se iba a liar. Desde las siete de la tarde tuvieron el fichaje parado, buscando una salida y encontrando una puerta trasera que solo sirvió para encender más a una gente que no ganará títulos, ni maldita falta que hace, pero que si por algo se distingue es por ser íntegra y defender sus valores. Los han defendido. No me gustan los insultos, ni las amenazas, no me gustan, y también lo digo, pero dicho esto, ¿qué está pasando? El actual Rayo ha traspasado una línea roja que en Vallecas es infranqueable y lo ha hecho pese a que todas las alarmas estaban encendidas desde horas antes de tomarse la decisión definitiva. Retuercen la realidad los que hablan de Bukaneros para referirse a la afición del Rayo y mienten los que reducen el sentir de muchos rayistas a un grupo que, visualmente es más numeroso, pero que en realidad solo es la punta de un iceberg que el domingo tendrá su justo baremo en la reacción de la grada de Vallecas (ya se ha visto el sentir 'popular' por la reacción de los vallecanos en las mencionadas redes sociales).

    No estoy juzgando a un futbolista, ni juzgo a una persona, no tengo ni idea de si es o deja de ser esto o aquello, pero lo que sí sé es que había una manera muy sencilla de evitar todo esto. Todos lo vimos antes de su fichaje y todos lo estamos sufriendo desde que se decidió seguir adelante. ¿Y ahora qué? Este futbolista no debe jugar en el Rayo, porque su afición no quiere (esto es Vallecas, para lo bueno y para lo malo), y no puede jugar en ningún otro club porque la ley no se lo permite. ¿Tampoco sabía nadie que esto podía pasar?

    Este no deja de ser un despropósito del Rayo que de nuevo le vuelve a situar en el centro de la polémica. Las televisiones y las radios se vuelven a acordar de nosotros, el presidente vuelve a ser entrevistado en las emisiones nocturnas de nuestro país y los rayistas, con mucho peso de razón, sienten miedo. Nadie sabe hacia dónde va este Rayo. Deportivamente el tema está complicado, pero institucionalmente esto es un horror. Vallecas merece vivir tranquila por una vez, merece ver a su equipo en manos de profesionales y no merece seguir en boca de todos por situaciones como estas. Si hay alguien capaz de reconducir esto que lo haga y si no entiende dónde está, no comprende a la gente de este barrio o cree estar por encima del bien y del mal, quizá ha llegado la hora de echarse a un lado y buscar una alternativa.

     

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