El pequeño Iker Gata, aquejado de una enfermedad 'rara' llamada cistinosis, fue protagonista en los prolegómenos del encuentro del Rayo Vallecano ante el Córdoba. Durante todo el fin de semana se han sucedido los actos en los que el niño, junto a sus padres, ha sido protagonista y en los que ha recibido la solidaridad y el cariño de todo el barrio de Vallecas. Sus progenitores han atendido amablemente a todos los medios de comunicación, concediendo un sinfín de entrevistas y participando en otros tantos reportajes, pero además acudieron a la cita de la afición con los jugadores de la primera plantilla y, con una pancarta que pudimos ver en el Estadio, agradecieron el cariño de toda su gente.
Esta tarde, Alberto saltó al terreno de juego con Iker en brazos y el pequeño se convirtió en el capitán del Rayo por unos minutos que seguro llenaron de orgullo y felicidad la vida de una familia que cada seis horas tiene que luchar con todas sus fuerzas contra la mencionada enfermedad.