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RAYO. Natalia

El adiós de una leyenda

La controvertida salida de Natalia pasada por la 'lupa' de Nacho Herrero, que analiza la situación desde su punto de vista

Escrito por Jueves, 13 Septiembre 2018

    Opinión. "Cada uno es libre de aceptar la versión de la historia que prefiera y, por ejemplo, creerse el comunicado del Rayo en el que aseguran que no querían permitir la marcha de la jugadora hasta no tener una sustituta a su nivel".

    Opinión. Tarde, mal y nunca. El refranero español no ha podido definir mejor la manera en la que el Rayo Vallecano ha gestionado la retirada de uno de los mayores símbolos del rayismo de las dos últimas décadas: Natalia Pablos.

    Por si acaso acabáis de aterrizar de otro planeta os pongo en antecedentes. Delantera del Rayo Vallecano durante 15 años repartidos en dos etapas, casi 400 partidos con la franja, máxima goleadora en la historia del club con 350 goles, capitana durante varias temporadas, ha levantado tres ligas y una copa de la reina, clave en la clasificación de la selección española para un Mundial... Icono para muchas mujeres que quisieron convertirse en futbolistas por ella y leyenda viva del fútbol femenino decide renovar hace un año por tres temporadas más con el club de su vida con la firme intención de colgar las botas vistiendo la camiseta de la ADRV. Cualquier relato sobre Natalia Pablos, incluyendo el mío, se queda corto ante la magnitud del significado de esta jugadora en el césped y en la grada.

    En este punto del artículo me gustaría aclarar que nunca he hablado con la jugadora ni con su entorno, ni la conozco personalmente. Solo soy un aficionado del Rayo con una firme opinión sobre lo que debió suceder el último año. Con el contrato recién renovado Natalia afronta con ilusión la cuenta atrás para su despedida de los terrenos de juego, pero lo que ve ese año en torno al Rayo Femenino (ausencia de fisio, viajes eternos en autobús, falta de jugadoras para completar la plantilla...) y la posibilidad de cumplir su otro sueño (ser profesora) la convencen en marzo de que ha llegado el momento de retirarse.

    La decisión tomada y comunicada ese mes no llega hasta los oídos de Raúl Martín Presa, vaya usted a saber por qué, hasta julio. Y lejos de tomar una decisión a la altura de los méritos de una institución como Natalia, lo que el presidente del club ve oportuno es obligar a la jugadora a seguir cumpliendo su contrato o abonar 250.000 euros para pagar su cláusula de rescisión.

    Cada uno es libre de aceptar la versión de la historia que prefiera y, por ejemplo, creerse el comunicado del Rayo en el que aseguran que no querían permitir la marcha de la jugadora hasta no tener una sustituta a su nivel. Personalmente me creo lo que dijo Natalia: "No quieren ni que me retire ni que pague la cláusula. Quieren que siga jugando". Y no solo porque lo diga ella, sino porque el resto de declaraciones que salieron desde el club tenían una falta de tacto y de elegancia hacia un mito del fútbol femenino que eran difíciles de asimilar. Se dijo que nadie le había puesto una pistola en la cabeza para renovar. Se dijo que ganaba mucho más dinero que sus compañeras. Y se dijo que era un halago hacia ella tenerla en esa situación. No me lo he inventado: esas frases textuales las podéis encontrar en distintos medios durante los últimos meses.

    Si no tuviera el respeto que tengo por 'Nata' ahora sería el momento en el que me ensañaría con la directiva del Rayo Vallecano y convertiría esta pieza en un hervidero de descalificaciones, todas ellas sustentadas en hechos. Pero prefiero centrarme en la figura de quién lo ha dado todo por su equipo y no en la figura de quién ni siquiera sabe lo que representa este club para un barrio como Vallecas.

    Seguramente en las últimas horas Natalia habrá recibido miles de elogios por parte de compañeras de profesión, entrenadores, periodistas, aficionados, directivos de federaciones, árbitros... Difícilmente encontraréis a alguien que haya hablado mal de ella en España o en Inglaterra. Llevo horas pensando qué podría decirle yo desde esta tribuna y lo mejor que se me ha ocurrido es esto... ¡Enhorabuena!

    Enhorabuena por ser como eres. Enhorabuena por haber hecho un excepcional trabajo llevando el nombre del Rayo Vallecano hasta la Champions. Enhorabuena porque a partir de ahora todos los récords que se logren se compararán con los que figuran en tu palmarés. Enhorabuena porque gracias a tu constancia miles de niñas que soñaban con jugar al fútbol dieron el paso en Vallecas y por toda España. Enhorabuena por haber maravillado a la afición y a la prensa deportiva durante años. Enhorabuena por haber tirado del carro del fútbol femenino para llevarlo hasta donde se queda llorando tu pérdida. Y enhorabuena por no haberte rendido en esta última batalla por tu dignidad ante quienes no supieron estar a la altura de un verdadero emblema franjirrojo.

    Imagino que lo vas a echar de menos. Casi tanto como la pelota y las redes a ti. Suerte. Y que te vaya bonito...

     

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