La victoria en la pretemporada del Rayo Vallecano tendrá que seguir esperando después de que el equipo entrenado por Paco Jémez haya empatado a 0 en el amistoso a puerta cerrada que le midió a Las Rozas.

Son ya cinco los partidos en los que el equipo franjirrojo ha sido incapaz de inaugurar su casillero de triunfos. Lo peor hasta el momento había sido la preocupante falta de personalidad del equipo vallecano en las dos áreas. Frente a Las Rozas, un recién ascendido a Segunda B, el Rayo consiguió mantener la portería a cero por primera vez en la pretemporada gracias a un imperial Martín que está reclamando su derecho a ser uno de los centrales titulares de esta campaña.

Por sus botas pasó no sólo la destrucción del juego ofensivo del rival sino también bastantes ocasiones de peligro del Rayo gracias a su salida del balón y a su potencial en el juego aéreo.

Pero todo lo que han ganado los de Vallecas en defensa lo han perdido en el ataque. Ninguno de los delanteros (ni fichados ni canteranos) termina de ver puerta y la situación empieza a ser preocupante. Los de Jémez ya suman dos amistosos consecutivos sin marcar y en cinco partidos solo han sido capaces de hacer tres goles.

No es que el Rayo Vallecano no despliegue buen juego ni que no genere oportunidades. Frente a Las Rozas volvió a haber minutos de calidad, sobre todo en la primera parte, y claras ocasiones de gol en las botas de Piovaccari, Embarba, Joni Montiel o de Martín que se estrelló contra el palo. Pero a un equipo recién descendido que quiere recuperar la categoría le hace falta una pegada que los franjirrojos hoy por hoy no tienen. Y más si enfrente tienen un rival como Las Rozas, bien plantado, juntando líneas y que sabe sufrir cuando no tiene el balón.

Quedan poco más de dos semanas para el inicio de Liga y por Vallecas empieza a sobrevolar la sensación de que un año más la pretemporada no ha servido para nada. Hasta el 31 de agosto podríamos ver entre 6 y 8 jugadores de la actual plantilla saliendo del equipo.