"A ningún entrenador le gusta quedarse con diez jugadores durante un partido". Con esta frase resumió el técnico del Rayo Vallecano la 'anécdota' que provocó, de manera indirecta, la acción que supuso el segundo gol del Rayo Vallecano ante el Espanyol. En una falta a favor de los franjirrojos (minuto 78), el colegiado del encuentro, González Esteban, se dirigió a uno de los jugadores de la barrera, el exrayista Adrián Embarba, para pedirle que saliera del terreno de juego para cambiarse el pantalón. Joni Montiel, uno de los dos jugadores preparados para el lanzamiento de la misma, le pidió a su compañero Advíncula que sacara la falta en corto para aprovechar que únicamente se quedaba un hombre en barrera. El resto fue obra del canterano. Su zapatazo desde lejos sorprendió por completo de Diego López, suponiendo el 2-2. Embarba, entre tanto, esperaba en la banda para reincorporarse al partido con pantalón nuevo, pero con el partido ya igualado. Una 'anécdota' que no gustó mucho en Barcelona.