Llegada a Vallecas 2015-2016

Llegué a Vallecas para seguir jugando en la élite con un proyecto muy ilusionante como era el de Jémez, que en la temporada anterior quedó cerca de los puestos europeos. Por desgracia no acabamos bien la temporada y descendimos.

La estructura del Rayo

Fue muy diferente a mi anterior etapa, en la que estuve en el Villarreal, donde los jugadores teníamos todos los medios a nuestro alcance. El Rayo es un club con una estructura diferente y aunque no jugué todo lo que me hubiese gustado yo me llevé muy buenos recuerdos y muy buenos momentos de allí.

Sobre Jémez

En ese momento estaba en auge por su propuesta tan atractiva de fútbol, pero ese año no salieron las cosas y descendimos. Siempre he dicho que el fútbol ofensivo de Paco era lo mejor. Le daba al equipo mucho movimiento y variedad ofensiva. A pesar de haber descendido metimos muchos goles a favor, pero también recibimos demasiados. Paco tiene su metodología y emplea mano dura, que al final lo notas. Nosotros ya íbamos avisados de que a Jémez le gusta tener ese mando.

Tras el descenso…

Se mantuvo el bloque de Primera, pero los resultados no llegaban y tuvimos muchos cambios de entrenador. Nos costó mucho encontrar el rumbo y escapar del descenso, que es lo importante, porque de haber bajado a Segunda B hubiese sido catastrófico.

El año del ascenso y su gol frente al Granada

Suelo marcar poco, cada 80 partidos, así que imagina cómo lo celebré y la explosión de júbilo al meter en los últimos minutos de un encuentro importante que nos sirvió para ascender en la clasificación. Tengo muy buenos momentos de esa temporada, la recuerdo a la perfección. Ese ascenso pareció fácil, pero no es así. Se necesita mucho trabajo, mucho esfuerzo y obtener buenos resultados. Tampoco nos olvidamos de la gente que teníamos detrás, que al final como futbolista recordamos eso, toda la gente que hay detrás y nos da las gracias por haber devuelto a su equipo a Primera.  Detrás de un ascenso hay muchas horas invertidas para que todo salga bien. La felicidad que se consigue al conseguir un ascenso es algo increíble.

Final en el Rayo

Jugué al inicio de la temporada, pero luego estuve muchos meses sin jugar. Desde verano intenté buscar una salida porque veía que el panorama estaba difícil, pero al final me quedé y seguí trabajando para tener mi oportunidad, que fue en la Copa. En enero comenté mi situación con el cuerpo técnico para decirles que quería que me dejasen salir ya que necesitaba minutos y en Vallecas lo iba a tener imposible. Además, yo estaba sólo en Madrid y mi familia estaba en Ejea, así que intenté buscar la felicidad en otro sitio. Me sentí muy afortunado de haber pertenecido al Rayo, pero el futbolista lo que quiere, es jugar.

Su recuerdo del Estadio de Vallecas

Una de las razones por las que fui a Vallecas es por su afición. Vivir como local el ambiente que vives cuando eres visitante, es increíble y representa muy bien a Vallecas. Los recuerdos que tengo son muy bonitos. Yo me quedo siempre con las imágenes del descenso, donde la gente reaccionó de una forma muy diferente a cómo reaccionarían otras aficiones. Al final les pudimos regalar un ascenso, y fue muy emocionante.

Tras el Rayo: Zaragoza y Ejea

Después del Rayo vine al Zaragoza, pero por una lesión no pude renovar. Sin embargo, me recuperé y pude jugar los últimos partidos y sentirme bien. Eso me dio alas para seguir jugando al fútbol, pero tenía claro que no me iba a mover y a alejarme de nuevo de mi familia, así que tuve la oportunidad de irme al Ejea, que es el equipo del pueblo de mi mujer y está en Segunda B. Al que tiene ilusión por el fútbol, no le importa la categoría, y yo tengo la ilusión de un benjamín. El objetivo es seguir disfrutando hasta que el cuerpo y la cabeza aguanten, así que de momento no hay fecha para dejarlo, y mi objetivo de momento es llegar al entrenamiento de mañana. A día de hoy me siento satisfecho porque, aunque no he sido rápido, sigo aguantando física y mentalmente.

Le gustaría ser recordado como…

Me gustaría ser recordado como buena persona. Parece una tontería, pero la persona no engaña nunca. Cada uno juega al fútbol de la mejor forma posible y te puede gustar más o menos, pero si soy recordado como buena persona, estaré contento.

Su futuro tras colgar las botas

En Ejea me surgió la posibilidad de ser coordinador de fútbol base y segundo entrenador del equipo juvenil. También me saqué los tres títulos de entrenador y el de director deportivo. Al final, hay que pensar que llevo desde los 7 u 8 años ligado al fútbol y me gustaría seguir ligado a este mundo, pero ya veremos lo que dice la cabeza, de momento a pensar en mañana y a seguir disfrutando.