Transcurría el minuto 60 del Rayo Vallecano - Real Madrid cuando el colegiado del encuentro acudió al banquillo del Rayo para decirle a Andoni Iraola que estaba expulsado y que debía abandonar su sitio en la banda. El técnico franjirrojo no entendía la decisión, pero la acató sin más aspavientos que un gesto de desaprobación antes de adentrarse en el túnel de vestuarios. Al finalizar el partido, Iraola explicaba así ese momento: "Al árbitro le he hecho un gesto de que era córner que era evidente y lo han visto todos y venían de dos saques de banda que ya no le habían corregido. Le he dicho que eran varias e incluso en la primera parte el cuarto árbitro le dijo que no pitase el penalti que era un forcejeo. El castigo a los entrenadores por un gesto es muy grande porque ya he estado hoy sancionado y el próximo tampoco voy a poder estar. A los entrenadores hay que entendernos más". El colegiado no indicaba de esta manera en el acta: "fue expulsado por el siguiente motivo: Protestar de forma clara, ostensible y reiterada, tras haber sido advertido con anterioridad".
Quien sí entendió al entrenador del Rayo fue su propia afición, que le brindó una calurosa y sonora ovación en su camino hacia el túnel de vestuarios. El jueves tampoco podrá sentarse en su sitio ante el Celta.