La recta final de campeonato para el Rayo Vallecano supone el premio al buen trabajo, a la intensidad, a la calidad y a una apuesta fubtolística que durante meses ha dado sus frutos y que les sitúa con posibilidades de luchar por un objetivo que pasa en primera instancia por medirse a uno de los mejores equipos de la liga con el cartel de "rival directo". El Málaga de los Pellegrini, Saviola, Isco, Joaquín y demás estrellas rutilantes, llega a Vallecas a medio camino entre sus aspiraciones ligueras y su cara a cara con la historia, y eso podría distraerles en el encuentro que disputarán mañana ante los franjirrojos. En la capital andaluza se habla más del Borussia que del Rayo, se habla más de la histórica cita de cuartos de final de la Champions que de la próxima jornada liguera y se habla más del potencial del equipo alemán y del apoyo de su hinchada, que de la calidad de los vallecanos y el empuje de la grada de Vallecas. Esa podría ser una de las claves de un partido que llega marcado por las condiciones meteorológicas -se espera lluvia- que condicionarán el estado del terreno de juego y la posible propuesta de dos equipos a los que les gusta manejar el balón, buscar el apoyo en corto y basar sus opciones en el juego combinativo.
Pellegrini buscará la intensidad y la atención de sus jugadores en un partido que se antoja vital para sus aspiraciones en la competición doméstica de mantenerse entre el grupo de aspirantes a participar en Europa la próxima temporada (siempre que le sea retirada la sanción que, por el momento, les impediría tomar parte en cualquier evento internacional). Para ello el técnico chileno tendrá que conjugar de la mejor manera posible las posibles reservas, para que el miércoles no se les atragante la historia, y la importancia del encuentro ante los vallecanos, que podrían adelantarles en la liga gracias al 'golaverage' particular entre ambos.
Ese es uno de los grandes atractivos que tiene el encuentro para los de Paco Jémez. La victoria en la primera vuelta en La Rosaleda permite a los de Vallecas la oportunidad de, en caso de empate a puntos, superar a los malaguistas en la tabla y, teniendo en cuenta lo apretado del campeonato en la zona alta (salvo los grandes), ese factor podría ser determinante de aquí al final de la competición. Para el encuentro de mañana (Estadio de Vallecas, 16 horas) el Rayo Vallecano recupera a varios hombres vitales en su once inicial, que quedaron fuera del equipo ante el F.C. Barcelona por tener que cumplir partido de sanción al cerrar ciclo de amonestaciones. Un jugador por línea permitirá apuntalar a un equipo que sigue ofreciendo un perfil muy superior al que se podía esperar al principio de año. Casado volverá al lateral zurdo, Javi Fuego al centro del campo y el brasileño Leo a la punta de un ataque del que se descolgará Tamudo, que no ha podido superar las molestias físicas que arrastró en los últimos días de esta semana de entrenamientos. La ausencia del delantero ha permitido que de nuevo Isi entre, por segunda semana consecutiva, entre los elegidos, una vez despejada la duda planteada ayer por el técnico al elegir al centrocampista y dejar fuera al otro candidato, Saballs.
El Rayo contará para este partido con las bajas por sanción de Rubén, que además cumple los requisitos del contrato de cesión planteados por el Málaga C.F. a principios de temporada, y de Roberto Trashorras, que cumplirá partido de sanción al alcanzar en el Camp Nou las cinco cartulinas amarillas que cierran ciclo. Con estas ausencias es previsible que Cobeño vuelva a ser titular y que el lugar de Roberto Trashorras en el centro del campo vuelva a ser para Adrián, que ya fuera titular en Barcelona en sustitución del sancionado Javi Fuego.
El Rayo tendrá una nueva prueba de fuego ante su público para confirmar la buena trayectoria de un equipo que espera retomar el espíritu del encuentro ante el Atlético de Madrid para derrotar a uno de los gallitos de la Primera División.
