Ficha técnica:

Valencia C.F. (1): Diego Alves, Víctor Ruiz (A), Jonas, Ever (Míchel, minuto 75), Pabón, Pereira (A)(Barragán, minuto 81), Bernat, Javi Fuego, Mathieu, Canales y Fede (A)(Feghouli, minuto 67).

Rayo Vallecano (0): Rubén, Arbilla (A), Mojica, Saúl (A) (Nery Castillo, minuto 85), Zé Castro (A), Trashorras, Baena (A)(Bueno, minuto 74), Adrián (A), Lass, Seba Fernández (Perea, minuto 59 ) y Larrivey.

Arbitro: Fernández Borbalán.

Goles: 1-0. Minuto 36. Jonas.

El de esta tarde en Mestalla fue un partido con muchos nombres y muchos protagonistas. La historia del Valencia - Rayo se empezó a construir en los prolegómenos, con la presencia del 'Matador' Kempes en el palco y tuvo su continuidad sobre el césped de un estadio en el que los nervios volvieron a aflorar, porque el Rayo estuvo a punto de provocar un incendio en el corazón de un club al borde del suicidio colectivo.

El Rayo Vallecano llegaba a la nueva casa de Javi Fuego con la intención de olvidarse de lo vivido y sufrido en el Calderón, en la Rosaleda o en el Pizjuán y lo hacía con caras nuevas, producto de la propia incapacidad rayista para controlar sus impulsos. Las bajas forzosas de Gálvez y Viera, ambos expulsados en la batalla de Sevilla, obligaba a Jémez a improvisar un nuevo once, dando entrada a un inédito Zé Castro y a un Seba Fernández que no estuvo acertado en una nueva oportunidad de demostrar su valía. El central portugués sí estuvo, sin embargo, a un nivel más que aceptable y, con partidos por delante, se presenta como una sólida alternativa para el centro de una defensa en la que el técnico rayista tuvo que volver a 'tirar' de Saúl, dejando fuera a Galeano. El joven Saúl se ha convertido desde el inicio de temporada en el chico para todo del técnico y su inclusión en el centro de la zaga es una muestra de las dificultades que está encontrando el conjunto vallecano en esa posición.

Adrián volvió a contar con la confianza del míster, también Baena como 'coche escoba', mientras Larrivey se hacía con el puesto de delantero, posición que también está por definir en un equipo que no es capaz de encontrar portería con facilidad. En esta ocasión, Bueno esperó en el banquillo, bien secundado por los Perea, Cueva o Nery Castillo, que por fin pudo debutar con la camiseta vallecana.

Otro error defensivo volvió a desesperar a toda Vallecas

Si Saúl fue protagonista para lo bueno, evitando un gol cantado, también lo fue para lo malo, provocando con un error de bulto la aparición del primer hombre importante del partido, el brasileño Jonas. El delantero valencianista, que se ha transformado en las últimas jornadas, aprovechó un mal pase del jugador cedido por el Atlético de Madrid para batir a Rubén. Hasta entonces el Valencia había sido superior a un Rayo que no encontraba su patrón de juego y que no tuvo ni la abrumadora presencia, ni el habitual control de balón.

Había transcurrido algo más de media hora de partido sin que la superioridad local se tradujese más que en par de ocasiones de peligro sobre el portal vallecano, algo extremadamente sorprendente para lo que suele ser habitual. Parecía que el Rayo había aprendido la lección y no ofrecía las fisuras que tantos quebraderos de cabeza les ha provocado en este arranque liguero que les sigue manteniendo colistas pese a su apuesta futbolística.

Con la segunda mitad llegó la versión más ofensiva del Rayo

El conjunto de Jémez salió mucho más enchufado tras el descanso. Una vez se soltaron los nervios, los de Vallecas se lanzaron a por su rival y empezaron a ser el equipo dominador, de toque y excelencia que tanto le gusta a su técnico. Trashorras combinaba en el centro del campo, las bandas, con Lass y Seba, se hacían mucho más incisivas y el equipo se metía en campo contrario maniatando a su rival y provocando el nerviosismo en la grada de Mestalla.

Con el equipo totalmente decantado hacia el área de un 'renqueante' Diego Alves (el cancerbero brasileño se lesionó en un lance de la primera mitad pero decidió continuar sobre el césped), el partido ya no tenía vuelta atrás. La entrada de Perea, tras la lesión de Seba Fernández, dio mayor profundidad a la banda derecha franjirroja y ayudó a que el Rayo siguiera recortando las distancias que le separaban de la portería local.

Los acercamientos franjirrojos nunca tuvieron la claridad en el remate como la nota definitoria. Varios intentos de cabeza de Larrivey, algún tímido lanzamiento de Trashorras desde la frontal, varias llegadas hasta el corazón del área de un batallador Adrián y, sobre todo, un mano a mano de Perea con Alves, fueron las ocasiones desperdiciadas por un Rayo que seguía sin encontrar el camino más corto hacia la portería contraria. La acción de Perea terminó por minar definitivamente la moral de un equipo que había hecho en la segunda mitad todo lo que no fue capaz en la primera. Ni siquiera el debut de Nery Castillo ni  la entrada de Alberto Bueno sirvieron para que el desnivel provocado por el acierto del 'matador' Jonas se pudiera igualar, dejando de nuevo sensación de sí pero no en el bando visitante y un hondo suspiro de alivio en una grada que tuvo momentos de desesperación.