Ficha técnica:

Rayo Vallecano (0): Cristian Alvarez, Tito, Zé Castro, Abdoulaye (A), Quini, Trashorras, Baena (A), Bueno, Aquino, Kakuta y Jonathan Pereira (Manucho, minuto 55).

Atlético de Madrid (0): Moyá, Juanfran (A), Miranda, Godin, Ansaldi, Mario (A), Gabi, Koke, Griezmann (Cristian Rodríguez, minuto 84), Raúl Jiménez (Saúl, minuto 62) y Mandzukic (Héctor, minuto 75).

Arbitro: Clos Gómez.

Espectacular arranque de temporada para un remozado Rayo Vallecano que en su debut ante el actual campeón de liga consiguió que el Atlético terminara contra las cuerdas y pidiendo descaradamente la hora para salvar un punto que peleó al principio, pero que dejó de merecer cuando el Rayo le atropelló.

Los de Jémez comenzaron el duelo con el Atlético de Madrid sucumbiendo a sus propios nervios y, salvo en defensa, donde tuvieron una línea bastante regular, su fútbol no terminaba de lograr la fluidez ni la velocidad que el técnico rayista busca en su equipo. Destellos de Kakuta por banda, buena presencia de Trashorras en el centro, muy buen trabajo de Baena en la recuperación y un soberbio partido de Abdoulaye en el centro de la zaga, serían las notas más destacadas de una primera mitad muy igualada en la que apenas hubo ocasiones claras de gol.

El trabajo de presión era el apropiado, las recuperaciones y el agobio en la salida del balón atlética también, pero la descomposición del trabajo cuando se trataba de construir limitaba la movilidad de un Rayo que iría creciendo conforme pasaron los minutos. Mandzukic tuvo en sus botas la mejor ocasión de los rojiblancos en la primera mitad, pero una buena intervención de otro de los debutantes, el argentino Cristian Alvarez, desbarataría las intenciones del delantero atlético. El cancerbero hizo respirar hondo a la grada al demostrar su juego con los pies, su velocidad en las salidas y su distribución del balón desde la portería.

Repaso futbolístico en la segunda mitad

El guión de la segunda parte variaría de manera radical y lo que hasta entonces había sido igualdad y escasas ocasiones de peligro, iría cambiando de rumbo a favor de un Rayo que vió tambalearse a su presa y se lanzó a la yugular. Aquino desbordó por el extremo derecho del ataque vallecano y sus constantes llegadas harían temblar a la defensa del Atlético, con un Ansaldi totalmente superado. Además, la entrada de Manucho, que había sustituido a un muy sacrificado Jonathan Pereira, sumaría un nuevo aliciente a la zona ofensiva de un Rayo que empezó a manejar el partido a su antojo, hasta el mundo de 'bailar' a un rival que ya solo perseguía sombras sobre el césped del Estadio de Vallecas.

El balón se movía de lado a lado, con Trashorras como operario número uno y con Alberto Bueno haciendo las funciones de segundo de a bordo. El desborde del mexicano Aquino y los intentos de Manucho se transformarían en varias ocasiones claras de gol, incluido un penalti no señalado de Godin, que se apoyó descaradamente en la espalda del angoleño.

Con el Rayo volcado, la grada de Vallecas vibró, saltó, cantó y creyó en la victoria de su equipo. Quini ayudó a Aquino, Kakuta bajó su intensidad en ataque, pero se afanó en echar una mano a Tito en funciones defensivas, y todo el equipo siguió corriendo y luchando como si se tratara del primer minuto de partido.

Al final, reparto de puntos que deja satisfechos a los rojiblancos, porque bien pudieron perder, y algo menos a los franjirrojos, porque merecieron ganar. Debut espectacular de una temporada en la que la calidad de los jugadores del Rayo promete espectáculo de perfil alto.