Ficha técnica:

Rayo Vallecano (1): Yoel, Tito, Amaya, Llorente, Nacho, Trashorras, Jozabed, Bebé (Embarba, minuto 61), Lass (Quini, minuto 84), Pablo Hernández (Manucho, minuto 67) y Javi Guerra (A).

Málaga (2): Kameni, Albentosa (A), Wellington, Juan Carlos, Amrabat, Duda (Recio, minuto 57), Rosales, Cop (A), Filipenko (Charles, minuto 57), Torres y Fornals (Añor, minuto 82).

Arbitro: Clos Gómez.

Goles: 1-0. Minuto 7. Javi Guerra; 1-1. Minuto 59. Charles; 1-2. Minuto 86. Cop.

El Rayo Vallecano se asusta y empieza a dar miedo. La derrota de hoy ante el Málaga tiene una doble lectura que se traduce en una sensación preocupante por la implicación que empieza a tener todo lo que envuelve al equipo, lo de dentro y lo de fuera. El ambiente enrarecido, las malas sensaciones de la segunda mitad y la incapacidad de reacción de algunos jugadores con galones suficientes para coger 'el toro por los cuernos', dejan un panorama sombrío por Vallecas.

El duelo ante el Málaga, importante por la situación del rival y porque una derrota metía en serios problemas a los de Jémez, empezó pintando en oros pero acabó en bastos, rompiendo definitivamente la baraja y provocando que la evidente fractura social de la grada empezara a desangrar al club. Lo de fuera cada semana está más feo y, lo de dentro, despista. Tras el gran partido realizado por los franjirrojos en el Madrigal pese a la derrota final, el cuadro vallecano llegaba ilusionado al choque con los malagueños, consciente de lo que se les viene encima de manera consecutiva (Real y Atlético de Madrid). Ante la importancia del choque, el técnico vallecano huyó de protagonismos de entrenador y encontró el equilibrio en un equipo que fue de más a menos y que se apoyó en la explosividad y velocidad de Lass para descentrar a un ya de por sí bastante voluble Málaga.

Trashorras empezaba dominando el centro del campo, el equipo fluía con orden buscando a Jozabed y Pablo Hernández y se desmelenaba por las bandas, con Bebé y Lass muy superiores a los laterales andaluces. Además, tanto Amaya como Llorente sobrevivían sin sobresaltos junto a Tito y Nacho, mientras Javi Guerra hacía lo que mejor sabe hacer, golear a las primeras de cambio.

Con estas líneas maestras, el Rayo arrancaba de manera plácida un partido que se iría complicando sobre la marcha. Javi Guerra, a los seis minutos, enchufaba su primer disparo a portería, trasladando todo el peso de la presión a un Málaga que apenas jugaba al fútbol y que buscaba, con lanzamientos largos, que Amrabat ganase la partida a Llorente. Imposible en el primer período.

El Rayo jugaba intenso, presionaba muy arriba y adelantaba la línea defensiva para asfixiar a un rival que naufragaba en Vallecas. Javi Guerra intentaba llegar a los envíos de Bebé, Lass y Pablo Hernández, mientras Jozabed probaba fortuna con un disparo tras recuperación que pudo detener Kameni. El equipo parecía carburar, las llegadas tenían regularidad y la sensación de peligro presagiaba el 2-0.

El equipo se vino abajo en la segunda mitad mientras Lass iba desperdiciando ocasiones de gol

Con el segundo período se produjo la transformación más inesperada que ha realizado el conjunto vallecano en los últimos tiempos. Los balones ya no circulaban con fluidez, el centro del campo llegaba tarde, la defensa no se movía con la misma seguridad y el Rayo, casi siempre confiado en sus posibilidades, empezaba a sentirse inseguro y timorato. El miedo hacía mella en los jugadores franjirrojos y el Málaga, sin grandes alardes, empezaba a tener un protagonismo que no había merecido y que casi no había buscado durante la primera hora de juego.

Además, y para colmo de males, Javi Gracia realizaba un movimiento 'maestro' desde el banquillo para terminar por decantar el choque. La entrada de Charles y el cambio de ubicación de Amrabat produjo tal desasosiego en la defensa franjirroja que Jémez tuvo que reaccionar para evitar la sangría. El recién incorporado, Charles, empataba en su primer remate a puerta y, a partir de ahí, el Rayo se limitó a las acometidas de un errático Lass, que fue el único que rayó a buen nivel pese a su falta de acierto.

Amrabat empezó a generar peligro superando a Nacho mientras Lass, con dos remates por encima de la portería y un control demasiado largo, iba quemando las últimas opciones de los vallecanos, que tuvieron que sacrificar al guineano para dar entrada a Quini, desplazar a Tito a la banda izquierda y adelantar a Nacho para evitar que Amrabat siguiera haciendo de las suyas. Pese a este cambio de posiciones, el Rayo terminó sucumbiendo al acierto rematador de un Málaga que, por mediación de Cop, lograba el 1-2 a falta de siete minutos para la finalización. 

Unas claras manos dentro del área malaguista, no señaladas por el colegiado, y un remate desviado de Javi Guerra, pusieron el punto y final a un encuentro en el que el Rayo sacó a pasear sus fantasmas, mientras la grada se dividía mucho más. El Rayo se asustó y empieza a meter miedo a los suyos, atisbando en el horizonte a Real Madrid y Atlético de Madrid para cerrar un año que previsiblemente culminará en puestos de descenso a Segunda División.