Ficha técnica:
Rayo Vallecano (2): Yoel, Quini, Llorente, Zé Castro, Tito, Baena, Trashorras, Embarba (Pablo Hernández, minuto 86), Lass (Bebé, minuto 63), Jozabed y Javi Guerra (Manucho minuto 73).
Real Sociedad (2): Rulli, Carlos Martínez, Illarramendi (Xabi Prieto, minuto 64), Bergara, Iñigo, Bruma (Castro, minuto 84), Carlos Vela, Pardo, Yuri, Jonathas y Elustondo.
Arbitro: Mateu Lahoz.
Goles: 1-0. Minuto 14. Llorente; 1-1. Minuto 27. Elustondo; 2.-1. Minuto 51. Jozabed; 2-2. Minuto 62. Bruma:
El atasco defensivo del Rayo empieza a preocupar. El equipo franjirrojo, que consideraba el choque con la Real Sociedad como el punto de inflexión para encarar la segunda vuelta del campeonato con garantías, dejó más dudas de las esperadas y provocó el enfado de un Paco Jémez que llegó a afirmar que el club se ha equivocado con un entrenador y unos jugadores que, defendiendo así, no están dando el nivel para ser considerados de Primera División.
Defensa, defensa y defensa. Ese vuelve a ser, un año más, el Talón de Aquiles de un equipo que hace las cosas bien en otras partes del campo, pero que se descose por atrás. Los conceptos defensivos, la atención en las jugadas de estrategia, la concentración en el trabajo de marcas y algunas otras cuestiones como escoger bien los momentos para sacar el balón jugado, están dejando en entredicho a un equipo con aparente capacidad para transitar por zonas más tranquilas.
El de hoy contra la Real fue un partido más parejo en cuanto a estilo que los vividos anteriormente, aunque el conjunto donostiarra supo adaptarse a la singularidad del juego vallecano buscando con criterio los lanzamientos largos para un potente Jonathas y para el mexicano Carlos Vela, que bajó el balón, jugó de espaldas, tiró desmarques y jugó al hueco para inquietar a una defensa franjirroja que sufrió en el balón parado.
Si en defensa el Rayo estuvo regular tirando a mal, en el resto de facetas estuvo moderadamente aceptable. Diego Llorente, precisamente un defensa, se encargaría de adelantar al conjunto de Jémez con un buen remate de cabeza que no pudo atajar Rulli. El Rayo hacía lo más difícil después de un prometedor inicio de partido que hacía presagiar momentos más plácidos para un equipo necesitado de victorias. Por su parte, los de Eusebio se mantenían serenos pese a la adversidad y seguían presionando arriba, achicando en el medio y buscando rápidamente las contras. Llorente se multiplicaba para parar a Jonathas, con Zé Castro atento al corte, mientras los dos laterales derechos (Tito reconvertido para ocupar el lado opuesto) intentaban no dejar demasiados huecos a la espalda.
Todo parecía bajo control para el conjunto vallecano. El juego era parejo y las ocasiones escasas, salvo un remate con intención de Trashorras y otro certero cabezazo de Elustondo que suponía el empate a la media hora de partido. El cuadro vallecano encajó mal el golpe y pareció sufrir en exceso el castigo a manos de una Real Sociedad que empezaba a aprovechar la candidez defensiva de los franjirrojos para mantenerse viva en el encuentro.
El 'correcalles' de la segunda mitad tampoco rompió la igualdad
Con la segunda mitad llegó un cambio radical en la tendencia del choque. El fútbol-control y la pausa se transformaron en un juego electrizante que pudo haber terminado de cualquier manera. El ida y vuelta en el que poco a poco se fue convirtiendo el duelo tuvo su arranque en una fulgurante contra dirigida y culminada por Jozabed para hacer el 2-1. Embarba lo intentó con un disparo que detuvo Rulli, mientras la Real iba creciendo en el partido y apareciendo más en las inmediaciones del área de un Yoel que estuvo seguro, pero que no pudo hacer nada para evitar el empate. Bruma, completamente solo en el segundo palo, lograba la igualada y dejaba en evidencia a una defensa demasiado blanda y complaciente con los delanteros visitantes. Todo el buen trabajo realizado hasta el momento se iba al traste en una mala acción defensiva. Así de cruel, pero así de evidente. El Rayo necesita un cambio radical en sus conceptos defensivos, o en la aplicación de los mismos.
Desde el empate, y con media hora de juego por delante, el correcalles pudo haber dejado más goles. Bebé, que se había incorporado en esta segunda mitad, tuvo el tercero en sus botas con un par de remates que merecieron mejor suerte y Llorente, que siguió intentándolo de cabeza, también rozó el gol de la victoria. Los minutos finales, con el Rayo volcado sobre el portal de Rulli, fueron un quiero y no puedo de un Rayo que incluso pudo perder, con las rapidísimas salidas de un conjunto txuri-urdin que terminò satisfecho con el punto sumado en Vallecas. El Rayo, con la copa en el horizonte, ya piensa en sumar tres nuevos puntos el próximo fin de semana en el Ciutat de Valencia.
