Ficha técnica:
Levante U.D. (2): Mariño, Toño García, Feddal (A), Navarro, Pedro López, Simao (A) (Deyverson, minuto 45) (A), Verza (A), Lerma, Cuero (Xumetra, minuto 60), Morales y Ghilas (Camarasa, minuto 67).
Rayo Vallecano (1): Yoel, Quini, Tito, Dorado (Manucho, minuto 75), Nacho, Baena (Trashorras, minuto 75), Jozabed, Pablo Hernández, Embarba, Miku (Lass, minuto 62) y Javi Guerra (A).
Arbitro: Melero López.
Goles: 1-0. Minuto.71. Deyverson; 2-0. Minuto 80. Morales; 2-1. Minuto 83. Pablo Hernández.
El Rayo se mete en problemas. Esta es la conclusión definitiva de lo sucedido esta noche en el Estadio Ciutat de Valencia donde el conjunto de Paco Jémez cayó por 2-1 ante el Levante, colista y sin mucho fútbol que ofrecer, dejando pasar una gran oportunidad de aclarar su destino en la presente temporada.
Paco Jémez cumplió con lo previsto tras la marcha del equipo en liga y las buenas sensaciones coperas e introdujo sustanciales cambios en el equipo inicial. La defensa cambió de caras con la aparición de Tito como central en compañía de Dorado y con Nacho y Quini como dueños de los laterales. Además, en el centro del campo, el técnico vallecano 'se cargó' a Trashorras para dar la oportunidad a Jozabed junto a Baena, con Miku, otra de las novedades, acompañando a Javi Guerra en la labor más ofensiva del equipo. Junto a ellos Embarba y Pablo intentaban trabajar en las bandas para desgastar a los laterales de un Levante que no tuvo fútbol, ni remate, ni peligro durante toda la primera mitad.
Con este cambio de cromos el Rayo arrancó el partido enchufado y motivado, en busca de una victoria que aliviara su apuradísima situación en la tabla. La presión alta del equipo franjirrojo incomodaba a un Levante al que no le sobra calidad como para superar con suficiencia las emboscadas de su rival, obligándose a los lanzamientos largos que buscaran la espalda de los centrales vallecanos y la presencia de Ghilas y Cuero en punta.
Con las apuestas de ambos conjuntos bien definidas arrancaba un partido con aroma a final, que contó con la presencia de cientos de aficionados vallecanos que no dejaron de animar a su equipo. El primer acercamiento sería del Rayo con un remate de Javi Guerra detenido por Mariño. Era un aviso que se convertiría en espejismo, porque las ocasiones escasearían durante una intensa primera mitad en la que ningún equipo logró tener el control definitivo del juego.
A los veinte minutos, y como es norma habitual en el cuadro franjirrojo, Embarba y Pablo intercambiarían sus bandas en busca de la sorpresa que casi lograron con un gran centro del azudense rematado por Javi Guerra alto. El propio Embarba, con un disparo lejano que se marchó muy desviado, intentaría poner a prueba a Mariño al filo de la media hora.
El partido era intenso pero poco vistoso y en el barullo intentaba sobresalir Ghilas, que remató junto al poste izquierdo de la portería de Yoel para culminar una primera mitad en la que la presión y el agobio superarían al fútbol.
Los contragolpes sentenciaron al Rayo
La segunda mitad arrancó con un Levante más ofensivo y con unos primeros quince minutos en los que los locales generaron más peligro que en toda la primera mitad. Morales avisaría con una escapada resuelta por Yoel, que envió a saque de esquina. La segunda acción de ataque local sería culminada por Deyverson que, tras sorprender a la defensa y plantarse solo ante Yoel, remató cruzado fuera. Para terminar su serie, de nuevo sería Deyverson el que tras un saque de esquina pondría en riesgo la integridad del portal defendido por Yoel.
Tras esta fase de ocasiones granotas, el Rayo volvería a tomar el mando del partido, aunque concediendo espacios atrás para terminar pagando su osadía. Feddal, a los setenta minutos de juego, obligaría a Yoel a realizar la parada del partido tras un nuevo saque de esquina. En la siguiente acción, con Quini tendido sobre el césped por un golpe recibido en la misma jugada, el Levante aprovecharía la banda del lateral para que Toño llegara a la línea de fondo y centrase al punto de penalti donde Deyverson estuvo más listo que Dorado para anotar el 1-0.
Con casi todo perdido, Jémez tiraría la casa por la ventana situando defensa de tres, dando entrada a Trashorras y Manucho y buscando el empate a la desesperada. Su desesperación tendría la fulgurante respuesta de Morales, que en una rapidísima contra lograría el segundo gol de su equipo a falta de diez minutos para el final.
El Rayo no encontraba el camino y sus opciones se consumían, aunque Pablo recortó distancias a pase de Lass, que había entrado a falta de media hora en lugar de un Miku que no estuvo al nivel del partido de copa, El tanto del mediapunta provocó unos minutos finales repletos de tensión y nervios, pero sin el fútbol que sirviera para remontar una situación complicada de la que el conjunto vallecano sale muy tocado y con pocos recursos que expliquen su posición en la tabla. El jueves vuelve la copa pero, hoy por hoy, esa guerra parece fuera de lugar.
