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El Rayo consiguió igualar el 0-2 de los primeros veinte minutos

Un punto de coraje

Manucho y Miku, que marcó por quinta jornada consecutiva, anotaron los goles

Escrito por Domingo, 21 Febrero 2016

    El Rayo consiguió igualar el 0-2 logrado por el Sevilla a los veinte minutos y, con un planteamiento alocadamente ofensivo, fue capaz de voltear un partido que parecía perdido en el primer tiempo.


    Ficha técnica:

    Rayo Vallecano (2): Juan Carlos, Tito, Llorente (A), Zé Castro, Nacho (Manucho, minuto 34), Baena (A) (Embarba, minuto 27) (A), Trashorras, Jozabed (A), Bebé (Dorado, minuto 77), Pablo Hernández (A) y Miku (A).

    Sevilla F.C. (2): Rico, Tremoulinas, Rami, Krohn Dehli, Iborra (Banega, minuto 65) (A), Gameiro, Cristóforo (Carriço, minuto 65), N'Zonzi, Fazio, Vitolo (Konoplyanka, minuto 78) y Coke (A).

    Arbitro: Estrada Fernández.

    Goles: 0-1. Minuto 10. N'Zonzi; 0-2. Minuto 20. Iborra; 1-2. Minuto 43. Manucho; 2-2. Minuto 61. Miku.


    El Rayo Vallecano consiguió sumar un punto que sabe a victoria ante uno de los mejores equipos de la liga y lo hizo igualando un inquietante 0-2 que obligó a Jémez a 'quemar las naves', arriesgando al máximo y pidiendo a los suyos ese punto de coraje que les permitió terminar con una sonrisa en la cara.

    El técnico franjirrojo despejó su gran duda en el centro del campo dando entrada a Baena y dejando fuera a un Iturra que había aprovechado a la perfección sus minutos en el Molinón. Esta circunstancia devolvía a Diego Llorente al centro de la defensa y mantenía a Zé Castro, Tito y Nacho en sus puestos naturales en la última línea del equipo vallecano. El resto de hombres, el esperado. La recuperación física de Jozabed le valió para ser titular, con Pablo Hernández y Bebé en los extremos y Miku en punta de ataque, además de un Roberto Trashorras que tuvo trabajo extra ante un Sevilla que empezó el partido muy enchufado.

    Los de Emery arrancaron el choque de tal manera que hubiera pocas dudas sobre qué equipo era el grande y cual el que debía ir a remolque. El Sevilla tiró de pegada más que de fútbol y generó peligro con sus torres en cada acercamiento al área de Juan Carlos. Las incorporaciones en balón parado de los Rami, N'Zonzi, Iborra y compañía era garantía de peligro en las inmediaciones del área franjirroja y cuando sus remates no encontraban el premio esperado, la segunda línea ofensiva se encargaba de rematar la jugada para desesperación de los locales.

    Así llegaría el primer gol del partido, tras remate y pelea por la continuación que culminaría N'Zonzi para adelantar a los andaluces en el marcador (0-1, minuto 10). El Rayo no tenía fluidez en la salida del balón, la presión avanzada de los sevillistas incomodaba la habitual sobriedad de pase más pase de los vallecanos y el partido se encaminaba hacia el lugar deseado por Emery, ese que suponía una pesadilla para Jémez. Iborra pareció 'noquear' definitivamente al Rayo cuando a los veinte de juego cazaba un balón tras una buena intervención de Juan Carlos para anotar el segundo (0-2, minuto 20). La desesperación parecía atenazar a los vallecanos que, en un partido sin apenas fútbol de calidad, veían como volaban tres puntos de Vallecas. 

    Entonces sucedió lo que muchos deseaban. El Estadio de Vallecas de envalentonó, gritó más que nunca y Jémez hizo de las suyas. El técnico vallecano retocó sus líneas para dotar al equipo de más ataque, a costa de ser aniquilado en las contras andaluzas. Baena dejó su sitio a Embarba antes de la media hora y Nacho abandonó el lateral zurdo de la zaga para que se incorporara Manucho, dejando al equipo con tres defensas, dos mediocentros ofensivos (Trashorras y Jozabed, que retrasó su posición) y un mediapunta con caída a banda como Pablo Hernández, que permitieron las llegadas de Bebé y Embarba y la generación de peligro por parte de Manucho y Miku. 

    El cambio de cara del equipo y el empuje de Vallecas fueron, a partir de entonces, espectaculares. Embarba se inventó un pase al que únicamente el coraje y el empuje de Manucho daría sentido. El remate del angoleño en el segundo palo daría la vida a un casi desahuciado Rayo, que solo entonces empezó a creer en la remontada (1-2, minuto 43).

    El tanto de Manucho llevó el partido a un ida y vuelta sin retorno en el que podía pasar cualquier cosa. Gameiro y Krohn Dehli lo intentaron en los primeros instantes del segundo período, pero el Rayo no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad de dar la vuelta a la situación. Embarba probó fortuna con un disparo atajado por Rico y Miku y Manucho también tuvieron las suyas, aunque, poco afortunados en sus remates finales, dejaban abierto el partido para la última media hora.

    Miku entra en la historia del Rayo al marcar en cinco jornadas consecutivas

    Miku sigue haciendo historia con el Rayo Vallecano. El venezolano es, al rematar a gol un 'centro-chut' de Bebé, el primer jugador del equipo vallecano capaz de marcar en cinco partidos consecutivos (2-2, minuto 61), La racha del delantero franjirrojo no parece tener fin y Vallecas lo celebró a lo grande.

    El tramo final de partido fue una auténtica locura. Los centrocampistas veían cómo el balón llegaba de área a área en apenas unos segundos, con dos equipos necesitados de la victoria para acercarse a sus respectivos objetivos. Gameiro pidió penalti por agarrón dentro del área local, mientras los vallecanos metían presión con unas supuestas manos dentro del área de Rico. Entre tanto, los remates de Bebé, Miku y Jozabed hacían creer a los vallecanos, aunque los sevillistas con rápidas contras y con varios saques de esquina consecutivos, además de varios remates que pasaron cerca del poste de Juan Carlos, llevaron la inquietud a una grada que celebró el punto y que agradeció el esfuerzo de un equipo que, como este barrio, nunca se rinde.

    La visita al Villamarín supondrá una nueva piedra de toque para un equipo que sigue sin perder en la segunda vuelta y que continúa con su objetivo de ir semana a semana acumulando más puntos que en la primera vuelta.

     

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