Ficha técnica:
Málaga (1): Ochoa, Albentosa, Weligton, Chory Castro (Horta, minuto 84), Camacho, Charles, Recio (A) (Atsu, minuto 71), Ricca, Rosales, Duje Cop (Santa Cruz, minuto 84) y Juanpi.
Rayo Vallecano (1): Juan Carlos, Quini, Zé Castro (Amaya, minuto 40), Llorente (A), Tito, Baena (Manucho, minuto 76), Trashorras (A), Embarba, Pablo Hernández (A), Miku y Javi Guerra (Jozabed, minuto 53).
Arbitro: Undiano Mallenco.
Goles: 0-1. Minuto 61. Embarba; 1-1. Minuto 92. Ricca.
El Rayo Vallecano se quedó 'compuesto y sin novia' en el minuto 92. Un despiste defensivo en la última acción del encuentro que esta noche disputó en La Rosaleda ante el Málaga evitó que los de Paco Jémez se llevaran tres puntos vitales y casi definitivos en su lucha por evitar el descenso a Segunda División. Mientras el panorama futbolístico español se dedica a descifrar las opciones de los tres grandes en su pelea por quedarse con el título de liga, un reducido grupo de equipos apura sus opciones de supervivencia entre los privilegiados. Ahí está el Rayo, con sus limitaciones, pero también con su cabezonería. El conjunto vallecano jugó un partido serio y coherente ante un Málaga que no se jugaba nada y la apuesta salió de cara hasta que un error en el marcaje en la última jugada tiró por tierra el excepcional trabajo de un equipo que está un punto más cerca de la salvación, pero dos más lejos de lo merecido esta noche.
Ante los malagueños el cuadro franjirrojo movió su once inicial por problemas físicos de algunos jugadores y terminó pagando el agotamiento general de otros. Crespo finalmente no llegó recuperado al partido, lo que obligó a retrasar a Llorente al medio de la defensa para acompañar a Zé Castro, que no aguantó más que el primer tiempo, teniendo que salir en camilla por lesión. Además, Bebé se quedaba fuera y era Embarba quien suplía al portugués.
Los de Javi Gracia, que con su derrota ante el Athletic habían consumido sus escasas opciones de luchar por puestos europeos, plantearon un partido típico de equipo que intenta aprovecharse de las concesiones del rival y con Chory Castro en 'plan estrella' buscaron una contra para llevarse la victoria. El ex jugador de la Real Sociedad jugó una gran primera mitad, incisivo y veloz, desbordando continuamente a Quini en su costado derecho. Por allí llegaría la primera acción de peligro del partido, con un remate despejado por Juan Carlos. Pese al aviso de los andaluces, el Rayo no se inmutó y empezó a tomar el mando de la situación. Una gran acción colectiva de los franjirrojos, con llegada por banda derecha del 'sufridor' Quini, finalizó con el balón contra la madera de la portería del mexicano Ochoa. El intercambio de golpes mostraba a un Rayo más contundente y a un Málaga dubitativo, consciente de sus limitaciones goleadoras.
Embarba ganaba protagonismo con el paso de los minutos con constantes llegadas por la banda izquierda. El azudense obligó a Ochoa a emplearse a fondo para enviar a córner un gran disparo desde la frontal. El Rayo lo seguía intentando, dominaba el ritmo del partido y era mucho más constante que un Málaga que seguía confiando en la velocidad de Chory Castro. El uruguayo explotó la autopista que encontraba en su zona de influencia y, primero con un pase rematado alto por Juanpi, y posteriormente con un remate fuera tras indecisión del centro del campo rayista, inquietaba al meta alcarreño del Rayo.
Undiano Mallenco no señaló un claro penalti cometido sobre Javi Guerra
Javi Guerra y Miku, que volvían a compartir labores ofensivas, buscaron adelantar a su equipo y debieron conseguirlo cuando en la primera jugada del segundo tiempo el delantero madrileño estrellaba el balón en el larguero. El Rayo volvía a toparse con la madera de la portería de Ochoa y el segundo intento del ariete franjirrojo finalizó con un clamoroso penalti no señalado por Undiano Mallenco, que decidió mirar hacia otro lado mientras dos defensores se encargaban de tumbar al goleador del Rayo. Guerra debió abandonar el partido fruto de la patada recibida en la cara en el intento de despeje de Weligton. Segundo cambio, de nuevo obligado, y Jozabed entraba en escena provocando una nueva modificación en la disposición de las piezas sobre el césped. El sevillano se iba a la media punta, mientras Miku adelantaba su posición unos metros para situarse como hombre más avanzado.
Pasaban los minutos y el partido no decaía, con un Rayo presionante y luchador que seguía sin acusar el miedo que provocaba una acción en la que Charles se quedó solo ante Juan Carlos, que envió a córner. Minutos más tarde, y en una acción sorpresiva en la que Embarba remató desde la frontal, el balón golpeó en Baena en su camino hacia la portería y sorprendía a Ochoa para suponer el 0-1 y acercar al Rayo al sueño de jugar un año más en Primera División.
Con el gol del Rayo el partido se abrió un poco más y el conjunto vallecano encontró algunos huecos cerrados hasta ese momento. Quini se incorporaba por la banda derecha pero su centro era detenido por el guardameta mexicano del Málaga, que lanzaba a los suyos en busca de un empate que lograrían 'in extremis'. Manucho se incorporó al juego sustituyendo al tercer lesionado de los franjirrojos, Raúl Baena, pero su aportación ofensiva fue nula. El Rayo intentaba tener todo bajo control y lo hizo hasta que en el lanzamiento de una falta lateral, una segunda acción habilitó a Ricca para, completamente solo ante Juan Carlos, anotar el empate y 'robar' dos puntos de oro a un Rayo que esperaba afrontar los derbis ante Madrid y Atleti como dos fiestas y que ahora deberá pensar en rascar algo positivo en alguno de estos duelos. Un despiste de primera que costó dos puntos.
