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AT. MADRID 1 - RAYO 0. Crónica

Griezmann derrota al Rayo

Los de Jémez plantaron cara al Atlético pero Griezmann les penalizó con dureza

Escrito por Sábado, 30 Abril 2016

    El Rayo Vallecano no pudo 'rascar' nada ante el Atlético, que tuvo que echar mano de Griezmann para solucionar el problema que plantearon los vallecanos.


    Ficha técnica:

    At. Madrid (1): Oblak, Juanfran, Giménez, Lucas, Gámez, Kranevitter (A), Gabi (Koke, minuto 45), Oliver Torres (Griezmann, minuto 53), Thomas, Correa y Vietto (Torres, minuto 53).

    Rayo Vallecano (0): Juan Carlos, Quini, Amaya (Manucho, minuto 63), Crespo, Tito, Embarba, Bebé (A)(Piti, minuto 57) (Joni Montiel, minuto 83), Llorente, Jozabed, Miku y Javi Guerra.

    Arbitro: Sánchez Martínez.

    Gol: 1-0. Minuto 54. Griezmann.


    El Atlético de Madrid tuvo que 'llamar a filas' a parte de su ejercito de infantería para sacar adelante el duelo ante el Rayo Vallecano. Los colchoneros, que afrontaron el derbi ante el Rayo sin Simeone en el banquillo, sancionado por "culpa de un niño" (la Federación no entendió la 'travesura' del recogepelotas ante el Málaga), tampoco contaron con sus figuras más rutilantes y casi lo pagan caro. Solo la necesidad, y la calidad del francés Griezmann, solucionaron la papeleta para un Atlético incapaz y desconocido. El Rayo por su parte, sin el sancionado Trashorras y con las bajas de Zé Castro y Baena por lesión, puso sobre el césped del Calderón todo lo disponible para intentar asustar a otro de los aspirantes al campeonato de liga. Jozabed hizo el papel del mago gallego, con Llorente trabajando y trabajando para intentar suplir la ausencia de Baena, mientras el chileno Iturra veía 'los toros desde la barrera'.

    Embarba se enchufó rápidamente al partido, intentando hacer sufrir a los laterales rojiblancos. Su aviso, en el minuto 2, fue de lo mejor de la primera mitad, aunque su remate pasó junto al palo de la portería de un Oblak que vio rondar el peligro durante noventa minutos que a los del Manzanares se les hicieron eternos. El partido no tenía un ritmo alto y, mientras el Atleti se estrellaba contra sí mismo, el Rayo lo hacía contra su falta de precisión en los metros definitivos. Miku remataba un buen centro de Embarba desde la banda, pero lo hacía flojo y a las manos del meta colchonero.

    El Rayo había conseguido desactivar a la grada del Calderón, que empezó con ambiente festivo esperando un buen botín ante los vallecanos y terminó pidiendo la hora y abroncando a varios de sus futbolistas. Oliver Torres y Vietto sufrieron las iras de un público que no aceptó el crecimiento del Rayo y que vio peligrar la victoria. El Rayo estaba bien plantado sobre el terreno de juego e impedía que el 'plan B' del Cholo tuviera continuidad en su fútbol, limitando sus movimientos a los desplazamientos largos de Giménez, mientras Gámez sufría y los 'silbados' regalaban balones a un Rayo que creyó una vez más en la posibilidad de derrotar a un grande.

    Tras el descanso, Simeone se hartó de esperar que los que se tienen que ganar el puesto dieran un paso al frente y decidió mover ficha (Gabi se quedó fuera y Koke se puso al mando). Hizo calentar a Saúl, Torres y Griezmann, dando entrada a estos últimos para desatascar un partido que se les había atragantado de mala manera y que amenazaba con provocar un descalabrado no contemplado en sus planes. Así ocurrió, primer balón que tocó Griezmann y el Atleti se puso al mando del partido (1-0) sin merecer nada en absoluto.

    A partir del tanto del francés ocurrió lo contrario de lo que muchos hubieran imaginado. El Rayo se fue arriba, Jémez sacó del campo a Amaya para dar entrada a Manucho, luego quitó a Bebé para poner a Piti (que volvió a salir lesionado) y el choque ya solo tuvo una dirección constante y unos cambios de dinámica que no terminaban de convencer a nadie. Javi Guerra tuvo una gran ocasión, que detuvo Oblak, mientras Quini obligaba al cancerbero atlético a emplearse a fondo para despejar un centro desde la banda. El equipo franjirrojo subía su intensidad y obligaba al Atlético a replegarse en las inmediaciones de su área, confiando toda su aportación al partido a las carreras de Torres y de Griezmann. El delantero gozaría de un mano a mano salvado por Juan Carlos mientras los vallecanos lanzaban saques de esquina sin consecuencias y enviaban balones al área para la pelea de un Manucho que siempre estuvo en inferioridad ante los centrales.

    Con los últimos 'arreones' a base de corazón, el Rayo dejaba nueva muestra de su predisposición futbolística y su lucha con orgullo, pero una vez más, los puntos no eran su recompensa. Ya ocurrió en San Mamés, donde apareció Williams; en la Rosaleda, donde la defensa hizo 'aguas' en la última jugada; ante el Madrid con un regalo para Bale o esta tarde, donde un 'chispazo' de crack de Griezmann dejó al Rayo pensando en la salvación en dos jornadas que serán de infarto y que contarán con todo el barrio de Vallecas empujando primero en Anoeta y después en un Estadio que volverá a llenarse para certificar la permanencia del equipo entre los grandes.

     

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