¿Cómo estáis después de lo sucedido en Anoeta?

Estamos decepcionados, el equipo está tocado y, aunque no estamos hundidos, quedan pocas posibilidades para mantenernos en Primera División y ya no dependemos de nosotros mismos. No hemos hecho el partido que se esperaba de nosotros y que cada jugador tenía en mente. Está siendo un año que se nos ha hecho largo, pero queda una semana y la pequeña posibilidad que tengamos habrá que aferrarse a ella.

¿Os ha podido la responsabilidad?

Nos ha faltado el acierto que te da la tranquilidad de tener más puntos, pero hemos fallado pases muy claros y jugadas que llegábamos arriba, al borde del área de la Real, que se quedaban en nada, porque la precipitación y la situación te puede y la ansiedad de que la Real se pusiera con 2-0 nos destrozó anímicamente. Es verdad que el gol que hemos metido nos hizo creer en la posibilidad del empate, lo intentamos, pero ni la fortuna ni el acierto estuvieron de nuestro lado.

El equipo tenía ventaja porque teníais el 'golaverage' ganado, pero llegáis a la última jornada sin depender de vosotros mismos.

Está muy complicada la cosa. Está claro que lo vamos a intentar, no estamos contentos con el partido ni con el año que llevamos, pero somos profesionales y vamos a intentarlo hasta el último momento. Haremos nuestro trabajo, intentar ganar el partido de casa y esperar a ver qué sucede en otros campos.

¿Qué mensaje le envías a la afición?

Que muchas gracias por el apoyo, que estamos orgullosos de la afición que tenemos, que siempre están ahí y no fallan nunca. Están demostrando que son de Primera División y les pedimos perdón por el partido que hemos hecho hoy, aunque el equipo se esfuerza y lo intenta, pero eso a veces no vale. Agradecerles el cariño.

Qué diferencia más grande entre las sensaciones que dejó el equipo ante el Real Madrid y el Atlético y lo de hoy.

Pensábamos que el partido iba a ser de otra manera. Hemos tenido ocasiones muy claras y si nos hubiéramos puesto por delante en el marcador yo creo que se hubiera visto seguramente otro partido, porque nos hubiera dado ese oxígeno y esa tranquilidad para jugar como sabemos, pero en ningún momento hemos estado dentro del partido y, al final, con los arreones finales más por corazón que por juego, lo hemos intentado pero no ha podido ser.