Dijo Míchel en la rueda de prensa previa a anunciar la convocatoria que el equipo necesita cuanto antes una victoria. Después de pasar casi un mes sin competir y con dos derrotas en dos jornadas, el grupo, el jugador y el cuerpo técnico necesitan una inyección de moral en forma de 3 puntos.

Lo que no dijo el entrenador vallecano es que la afición del Rayo también lo necesita. Por todo lo que ha sucedido dentro y, sobre todo, por todo lo que ha sucedido fuera que les ha impedido hasta ahora disfrutar del regreso a la primera división.

Necesita Míchel esa victoria para estrenar su casillero en su primera temporada como entrenador en la élite con una propuesta arriesgada de fútbol para un recién ascendido. Después de realizar una pretemporada dentro de la temporada con los últimos fichajes, El Alcoraz es su primera prueba de fuego ahora que la plantilla está completa.

La convocatoria para viajar a Huesca dejó como sorpresa la ausencia de Pozo (que ha pasado de titular en la primera jornada, a suplente en la segunda y a la grada en este tercer envite del campeonato) y de Dorado (pilar fundamental en la defensa de Míchel el pasado año). Menos sorprendente son las ausencias de los Lass, Javi Guerra, Akieme y Velázquez, firmes candidatos como suplentes de larga duración.

Definido a grandes rasgos el bloque principal de una plantilla larga (27 jugadores) la duda ahora es ver cómo Míchel dispone las piezas sobre el terreno de juego. ¿Apostará por un 4-2-3-1? ¿4-1-4-1? Lo único que parece casi seguro es la línea defensiva con los Álex Moreno, Amat, Ba y Advíncula con Alberto en la portería. A partir de ahí, la inventiva de Míchel para equilibrar el centro del campo y hacer daño por las bandas, talón de Aquiles del Huesca, multiplicarán las opciones del Rayo de volver con los puntos a Vallecas.

¿Y arriba qué? Pues Raúl de Tomás apunta al once en lo que sería su debut en la primera división. RDT, al igual que Míchel, necesita la victoria para empezar a demostrar que es un delantero válido para el conjunto al que pertenece y que Lopetegui se equivocó al no darle una oportunidad. Le ayudará su olfato goleador y su ambición para convertir su promesa en realidad y dejar al Rayo entre los diez primeros a final de temporada.

Frente a los de Vallecas, un Huesca que conserva buena parte del bloque que le llevó a primera y cuya calidad de medio campo hacia delante queda fuera de toda duda. Cucho Hernández, Longo, Moi Gómez, Gallar, Melero, Chimy Ávila... La batalla en el centro del campo está servida.

Como testigos de la batalla más de 6000 oscenses y medio centenar de rayistas que también están deseosos de presenciar una victoria. Los primeros porque es su estreno como local en la élite del fútbol español. Los segundos, por lo anteriormente mencionado: cierre del estadio, suciedad, deterioro de la Ciudad Deportiva, precios desorbitados en desplazamientos...

Preparados o no, la liga vuelve a empezar para el Rayo.