Quizá pueda sonar un poco prematuro hablar de crisis en la jornada 2 de un campeonato pero el Rayo Vallecano afronta en el estadio Enrique Castro Quini El Molinón uno de esos partidos claves en el devenir de la temporada.

En la rueda de prensa previa al encuentro el entrenador Paco Jémez no se ha escondido a la hora de reclamar públicamente hasta tres fichajes urgentes abriendo un episodio de crisis deportiva (o al menos de confección de plantilla) que se suma a la grave crisis social que afronta el club desde la polémica campaña de abonos.

Y mientras muchos protagonistas dirigen su mirada hacia un mismo responsable, el Rayo Vallecano busca una victoria que alivie una pretemporada y un inicio de temporada poco ilusionante. Tras ocho partidos consecutivos sin ganar la plantilla sigue perdiendo jugadores que Jémez consideraba titulares indiscutibles sin encontrar sustitutos en el mercado.

Paco se lleva a Gijón a 19 futbolistas, prácticamente todos los disponibles en plantilla, salvo Martín por sanción, Velázquez por lesión, Ba por molestias y Santi Comesaña por decisión técnica, algo que no todos los rayistas terminan de entender.

El 11 inicial presentará alguna modificación con respecto al que empató a dos frente al Mirandés aunque Jémez ya ha confirmado que no serán demasiados los cambios.

Enfrente un Sporting de Gijón que también llega al partido con un punto tras su empate en Girona. Los asturianos tendrán la baja de Damián Pérez por sanción y al igual que los de Vallecas no cambiarán demasiado sus 11 futbolistas titulares con los Mariño, Djurdjevich y Carmona liderando el equipo. Y en la sala de máquinas un viejo conocido de la afición rayista: Javi Fuego.

Arbitrará el encuentro Bikandi Garrido y el Rayo Vallecano no solo intentará poner fin a la actual sequía de victorias sino también a una racha de medio siglo sin ganar en El Molinón donde solo ha ganado una vez (en 1969) en sus más de 20 enfrentamientos. En el último choque, la temporada del ascenso de Míchel, los franjirrojos cayeron derrotados por 1-0 con gol en propia puerta de Gorka Elustondo.

A diferencia de aquel partido en el que la afición rayista se desplazó masivamente, en esta ocasión apenas un centenar de rayistas estarán en la grada visitante para vivir in situ cuán profunda es la crisis del Rayo.