Ficha técnica:
ZARAGOZA (1): Alvarez, Chavarría, Jair Jr., Guitián, Vigaray (Tejero, minuto 82), James (Adrián, minuto 82), Eguaras, Francho, Zanimacchia (Bermejo, minuto 74), Vuckic (A) (Fernández, minuto 67)y Narváez (Nieto, minuto 74) (A).
RAYO VALLECANO (2): Dimitrievski,Advíncula (A), Martín (Comesaña, minuto 55), Catena, Martos (Isi, minuto 65), Oscar Valentín (A), Pozo (Velázquez, minuto 86) (A), Trejo (Joni Montiel, minuto 65), Alvaro, Andrés Martín (Antoñín, minuto 65) y Qasmi.
Arbitro: Galech Apezteguía.
VAR: Sagués Oscoz.
Goles: 1-0. Minuto 19. James; 1-1. Minuto 71. Antoñín; 1-2. Minuto 82. Pozo.
ZARAGOZA 1 (James) - RAYO VALLECANO 2 (Antoñin y Pozo)
El Rayo Vallecano afrontaba una nueva oportunidad para demostrar que lo de Mallorca no era una anécdota y que, después de varios intentos, La Romareda y el Zaragoza eran el mejor lugar y el mejor rival para volver a ganar lejos de Vallecas. Para conseguirlo, Andoni Iraola introdujo cambios en defensa, con la aparición de Advíncula por Mario y Martín por Velázquez, y confió en el fútbol de salón de Trejo y Pozo para mover las opciones ofensivas de un equipo que jugó bien el primer cuarto de hora, pero que fue incapaz de superar la fatalidad de un error puntual que marcó el primer tiempo.
Pozo se movió muy bien entre líneas, se le veía suelto y con ganas de participar, y Trejo le acompañaba, esperando que Alvaro por un lado, Andrés por el otro y, sobre todo, Qasmi en punta de ataque, aprovecharan la movilidad y la inteligencia futbolística de dos jugones que querían conectar su mente en favor del equipo. El arranque del Rayo fue muy prometedor, obligando al Zaragoza a retroceder varios metros para aguantar la forma vigorosa y atrevida de jugar de los de Iraola. Los maños apenas salían de su campo y, para una vez que lo hicieron, recibirían un inesperado regalo en forma de fallo de Dimitrievski. A un disparo seco de James Igbekeme desde la frontal, Dimitrievski contestó con una acción de confianza que supondría el gol que adelantaba a un Zaragoza que no había hecho nada para merecer tal ventaja, pero que, necesitado como estaba, lo agradeció con todas sus fuerzas.
Con el 1-0 el Rayo intentó no perder el sitio y quiso mantener el ritmo limpiando la mente tras lo sucedido minutos antes. No pudo. El equipo se fue estrellando poco a poco contra el bloque defensivo del Zaragoza y contra su propia ansiedad, consciente de tener que remar contracorriente en un río que esperaba revuelto y que en la primera parte fue una balsa de aceite para los maños. La defensa zaragocista apenas sufrió porque los extremos del Rayo no tuvieron profundidad y porque ni Pozo ni Trejo consiguieron conectar con Yacine Qasmi.
Remontada con goles de Antoñín y Pozo
La segunda mitad arrancó con el Rayo manejando el balón y con el Zaragoza tirando de solidaridad para apagar en los metros finales la brillantez del juego de los de Iraola hasta la frontal. Lo intentó Catena con un inocente remate de cabeza que no inquietó a Cristian Álvarez, mientras Iraola pensaba en mover la coctelera buscando más madera en ataque. Sacrificó a Martín para dar entrada a Comesaña, retrasando la posición de Oscar Valentín al centro de la defensa y metiendo más creatividad en el centro del campo para ganar numéricamente a los locales. Y ahí empezó a ganar el partido.
A la hora de encuentro Pozo buscó con un gran pase la cabeza de Qasmi, que remató sobre la marcha aunque no encontró portería. El Rayo dominaba claramente el partido y estaba más cerca de empatar que de cualquier otra circunstancia. Ya no quedaba otra que seguir volcando el juego hacia el área local Y a falta de veinticinco minutos para la conclusión el equipo se convirtió en todo ataque y nada defensa. La incorporación de Isi, Joni Montiel y Antoñín en sustitución de Martos, Trejo y Andrés Martín convirtió al equipo en un bloque ofensivo que podría sufrir en una pérdida como la que pudo haber supuesto el 2-0 en una 'alocada' salida de Dimitrievski que dejó vacía la puerta y se salvó por poco.
Tras el susto llegó el premio a la valentía de un Rayo que después de una buena acción colectiva empataba el choque. Un buen intento de Isi de cabeza, un paradón de Cristian y un posterior remate de Antoñín devolvía la igualdad al marcador, aunque no lo hacía todavía con el fútbol.. El Rayo dominaba, el Rayo empataba y el Rayo buscaba el segundo. Ahora sí empezaron a funcionar las bandas y con tanto hombre en zona ofensiva parecía cuestión de tiempo que llegara el segundo para los vallecanos, que se sentían muy superiores.
No iba a tardar mucho en llegar el mejor momento del partido para los vallecanos. Un espectacular centro de Alvaro desde la banda izquierda iba a ser rematado con todo por Pozo, que se adelantó a la defensa para rematar con rabia un balón que ponía en ventaja al conjunto franjirrojo a falta de ocho minutos para la conclusión. El Rayo conseguía lo que buscaba y, por supuesto, lo que merecía. El Zaragoza lo había confiado todo a conservar, para hacer bueno el regalo de Dimitrievski, pero fue incapaz de aguantar el mejor fútbol de su rival, que se llevó una gran victoria ante un rival que sigue sumido en una profunda crisis. El Rayo volvía a ganar fuera de casa.