El Rayo B terminó pidiendo la hora contra el Trival Valderas pese a que pudo golear en la primera mitad. El filial mostró dos caras muy distintas quizá por un exceso de confianza o relajación que estuvo a punto de pagar demasiado caro.
Sobre todo cuando en los primeros 45 minutos había logrado adelantarse con goles de Etoo y Marco y había mandado un balón a la madera y fallado un penalti. Y de la goleada, con el tercero de Juanchi, pasamos a sufrir cuando el equipo alcorconero redujo por dos veces la distancia gracias al balón parado tras la expulsión de Guzmán.
Los de San José de Valderas tuvieron que rendirse al triunfo rayista tras quedarse con 10 jugadores pero fue un mensaje para navegantes del equipo de Jorge Vallejo si quiere conseguir el objetivo final.
Su próximo encuentro será una auténtica prueba de fuego en su persecución del Alcalá ya que visita la casa del Galapagar, tercer clasificado.