Parecía que no llegaba nunca el final del partido. Parecía que Mateu Lahoz quería alargar "hasta el infinito y más allá", como se gritaba desde la megafonía del estadio, un final de partido que iba a devolver la alegría absoluta al Estadio de Vallecas. Y otra vez, una vez más, volvimos a disfrutar de uno de esos momentos inigualables en los estadios de nuestro país. "La vida pirata", con los jugadores en el césped compartiendo con sus aficionados ese momento, volvió a atronar en Vallecas. La vida pirata que recoge la alegría de un barrio que ve a su equipo entre los mejores.
¡¡Grande afición, grande Rayo!!