Marcelinó regresó a Vallecas. Y tal y como sucede cada año desde aquel último encuentro en Gijón, la afición del Rayo Vallecano le dedicó una sonora pitada unánime antes del partido contra el Villarreal.

Sin embargo, a diferencia de lo que pasó en 2019 cuando aún estaba todo mucho más reciente, el rayismo ya sabe que está siendo vigilado por las cámaras de la Liga y también por las de la televisión y las redes sociales para ser denunciado.

Por ello optó por recibir de forma hostil a Marcelino pero sin insultos sino única y exclusivamente con silbidos. La pitada protagonizó los prolegómenos del partido y también el post-partido. Porque Pasión por el Rayo quiso preguntarle por su opinión sobre el recibimiento.

"Hay que respetar lo que piensa cada afición, puedo estar de acuerdo o en desacuerdo, pero... a mí no me gusta que me insulten ni que me silben y creo que no he hecho nada para ello, tengo la conciencia supertranquila. No he hecho nada para que una afición obre de esa manera, pero en su momento se incentivó, hubo un presidente que dijo que era más peligroso que el piloto de Lutfthansa, que todos recordaréis lo que hizo, y si hablas de más puedes generar opinión. Pero repito, mi conciencia está tranquila a nivel competitivo de respeto a todos los rivales de la competición y también me toca respetar a la afición del Rayo" dijo Marcelino García Toral.

A Marcelino parece que se le olvidó el comentario que su esposa hizo en las redes sociales: "Me voy de Asturias con el trabajo hecho!!! Os dejamos en primera". ¿A qué se referiría con "el trabajo hecho" y con "Os dejamos" en plural? A ver si lo puede explicar él o su conciencia...