Paco Jémez y su equipo tendrán esta noche una oportunidad de oro para comprobar de primera mano la progresión de su primer rival en liga. El Valencia C.F., que el sábado visitará el Estadio de Vallecas, se jugará esta noche en Mestalla buena parte de su futuro con la disputa de la previa de Champions ante el Monaco. Frente a frente estarán dos proyectos basados en las aportaciones de magnates extranjeros que han revitalizado ambas instituciones y que buscarán rentabilizar sus proyectos en la máxima competición europea, aunque deberán superar una eliminatoria a ida y vuelta que comienza esta noche.

Los de Nuno Espirito Santo, que han vivido una pretemporada convulsa con la operación salida de Nico Otamendi, llegan al choque envueltos en la euforia de una afición que llenará Mestalla hasta la bandera para empujar a los suyos hacia la etapa de grupos de la Champions. Para lograrlo, el entrenador luso se apoyará en el bloque que el año pasado logró finalizar cuarto en la liga dejando fuera, en prinpicio, a los fichajes consumados a lo largo de la pretemporada. 

En principio, es probable que Javi Fuego y Negredo no estén en el once inicial de un Valencia que tendrá en el mediático portero australiano Mathiew Ryan la principal novedad para medirse a los monegascos. El resto del bloque no presentará muchas novedades, con Gayá, que superó otro momento de 'crisis veraniega' con el interés de algún que otro grande por hacerse con sus servicios, y con Feghouli, que según las últimas noticias que llegan desde la capital del Turia tendría una suculenta oferta procedente de Turquía.

Así las cosas, Jémez y los suyos estudiarán la progresión del proyecto de Nuno y los posibles puntos débiles de un planteamiento que, por conocido, no debe pasarse por alto de cara a un estreno liguero que volverá a ser complicado para los franjirrojos -el año pasado tocó recibir al Atlético de Madrid, que curiosamente también llegó tras otro duro partido, la Supercopa de España ante el Real Madrid-.

El sábado será el momento de comprobar si el cuadro técnico del Rayo ha sido capaz de encontrar las zonas de fragilidad de un SuperValencia de Champions.