Opinión. El Levante dice no a las pancartas, dice no a los elementos de animación que no cumplan con "medidas estándar oficiales". Aquellos aficionados del Rayo que quieran acceder al Estadio del Ciutat de Valencia con una pancarta del tipo "Peña Rayista 2004. Siempre Rayo. 1924-2004" o "Vallekas contigo. Bus Uno" no podrán hacerlo. Así se las gastan en algunos estadios de Primera División. Así está nuestro fútbol. En Vallecas entra una pancarta del Frente Atlético, en Valencia no entra una pancarta de una peña legal, registrada, con sus miembros localizables y que, para colmo, no es la primera vez que se ve en ese mismo estadio. ¿Nos estamos volviendo locos?

El fútbol está entrando en una sinrazón que nadie puede predecir. Se acabaron los insultos y los gestos ofensivos gratuitos (o al menos eso creían algunos, porque visto lo visto en algunos sitios -que se lo pregunten a Cerezo-...), se acabaron los cánticos agresivos, el racismo, la bronca, los malos rollos... pero se les va de las manos. Que un aficionado no pueda introducir una pancarta de las de toda la vida, con mensajes de apoyo a su equipo, sin tintes políticos, religiosos o de cualquier otra índole, es un auténtico atropello. Me da igual si el estándar es el de una banderita o el de una bufanda, cuando la norma se generaliza nos convertimos en borregos y nos tratan como borregos.

Está claro que cada uno en su casa hace lo que le viene en gana, obvio, pero cuando uno es una entidad con la historia de un Levante U.D. debería cuidar algunos aspectos y cuando se dice no, porque no, y simplemente no, a la introducción de este tipo de pancartas, es algo que no tiene sentido. La afición del Rayo ha sido prudente, tremendamente prudente y correcta solicitando permiso de manera oficial, para la introducción de estos "elementos de animación" que no parecen cumplir los estándares, pero se han encontrado con la puerta cerrada de un club que nos ha sorprendido a casi todos. No entiendo algunas normas, no comparto algunas normas. El fútbol es de los aficionados, aunque algunos quieran apropiarse de algo que jamás les pertenecerá por mucho dinero que muevan o quieran mover y esa gente que se desvive por su equipo y que hace kilómetros y kilómetros para llenarles los bolsillos, merece un respeto. Señores del Levante, o del club que sea, pongan cordura y sentido común a las normas, por favor.