Que los delanteros son jugadores que se mueven por rachas es una afirmación imposible de sustentar en una base científica, pero difícilmente cuestionable en su conjunto. En el Rayo, esa máxima se eleva a la enésima potencia con ejemplos tan diversos como Javi Guerra, Miku y Manucho, delanteros de corte totalmente distinto pero que han vivido 'la racha' como su hábitat natural.

El primero en abrir fuego sería Javi Guerra, el último en incorporarse al plantel pero el encargado de asumir el rol de goleador del equipo con un inicio de campeonato ciertamente espectacular. El ex-jugador del Valladolid veía puerta con facilidad y rápidamente se convertiría en el máximo artillero del equipo.

Un alarmante bajón en su rendimiento, apoyado posteriormente en una lesión de rodilla, alejó a Guerra de la titularidad y dio la alternativa al venezolano Miku, que rápidamente se encargaría de sumar goles a su cuenta particular hasta el extremo de entrar en la historia del club al ser el primer jugador capaz de marcar en cinco jornadas consecutivas (batiendo a Hugo Sánchez y Bolic, que lo habían hecho en cuatro). El delantero franjirrojo había conseguido con anterioridad que su nombre quedara ligado para siempre al club de Vallecas al anotar el gol 700 del Rayo en Primera División. Su buena racha se truncó en el Villamarín ante el Betis, emergiendo la figura de Manucho.

El delantero angoleño tomó el relevo de Miku. Manucho marcó ante el Sevilla iniciando la remontada ante los hispalenses y repitió por partida doble ante el Betis en el Villamarín, igualando los tantos de Rubén Castro para los verdiblancos. Ayer, ante el F.C. Barcelona, el 'gigante' franjirrojo volvió a marcar por tercera jornada consecutiva. Cuatro goles en tres partidos convierten a Manucho en una de las piezas fundamentales del equipo en este tramo de competición. Jémez afirmó que "parece que tienen una apuesta", en alusión a las diferentes rachas goleadoras de tres jugadores de corte distinto, pero de evidente compromiso con el equipo.