Habían pasado casi 7 meses desde que el Rayo Vallecano dejara al Girona sin ascenso a primera división en el mismo escenario en el que se ha jugado el partido de octavos de final de Copa del Rey y había ganas de revancha. La tensión se notó en cada minuto del partido, en casa protesta desde la grada y en cada acción peleada sobre el césped.
Y la igualdad del encuentro solo hizo aumentar a medida que nos acercábamos a los minutos finales. Y no ayudó demasiado la polémica arbitral tras un gol anulado a Sergi Guardiola, un dudoso penalty señalado a Catena y un fuera de juego milimétrico.
De todo ello se quejó amargamente Míchel, el ex entrenador rayista y actual técnico gerundense: "Nos tenemos que creer las líneas. Entre las líneas hay un centímetro de diferencia entre una y otra. Si te pones a pitarlas puede ser que sea gol o fuera de juego, bastante dudosa. Pero se ha pitado así igual que la falta de la primera parte en el minuto 47. Son pequeños detalles que han influido pero nosotros hemos cometido errores. Con una buena mentalidad podíamos haber sacado la eliminatoria adelante. Lo habrán visto muy claro. Cuando he visto las imágenes en directo no parece fuera de juego y cuando he visto las líneas hay casi una encima de la otra. Hay un centímetro de diferencia. Sobre la rapidez, lo tenían muy claro. Al árbitro le he dicho que en los saltos siempre hay contacto y que para mí era una jugada limpia. El me ha dicho que era falta. A veces esas faltas te cuestan goles y así ha sido. Cuando todo es tan fino me parece que el VAR no ayuda. Ahora en los penalties tampoco parece que estén llamando y que los árbitros están siendo ahora más independientes. A veces llevarlo tan al límite como hoy en el que una milésima de segundo puede marcar ese centímetro de diferencia entre Catena y Gavi. Lo veo tan absurdo que veo que eso sea fuera de juego".
⚡ ¡FINAL EN MONTILIVI! (1-2)
— Rayo Vallecano (@RayoVallecano) January 15, 2022
⚽️⚽️ Sergi Guardiola
¡¡¡ESTAMOS EN CUARTOS DE FINAL!!! 🏆
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El partido fue de alto voltaje y el colegiado no estuvo muy acertado para ninguno de los dos equipos. Eso motivó que los jugadores protestaran cada acción y fueran al límite. Se llegó incluso a producir alguna tángana en jugadores a los que no estábamos acostumbrados a ver fuera de sí como es el caso de Santi Comesaña.
Por fortuna para los rayistas, y tras añadirse 9 minutos en lugar de los 5 señalados, el Rayo Vallecano pasaba a cuartos de final de Copa del Rey 20 años después.