Ficha técnica:
Rayo Vallecano (1): Rubén, Tito, Gálvez (A), Arbilla, Nacho, Trashorras (A), Saúl, Adrián (A)(Larrivey, minuto 55), Lass (R), Falqué (Embarba, minuto 5) (Seba Fernández, minuto 69) y Bueno (A).
Levante U.D. (2): Navas, Navarro, Vyntra, Barral (A), Rubén (Elzhar, minuto 63), Juanfran (A), El Adoua, Xumetra, Sergio (Diop, minuto 61), Pedro López (A) y Ríos (Ivanschitz, minuto 70).
Arbitro: Pérez Montero (colegio andaluz).
Goles: 0-1. Minuto 25. Rubén García; 1-1. Minuto 78. Larrivey; 1-2. Minuto 94. Ivanschitz.
El Rayo Vallecano perdió ante el Levante un partido que de doscientas veces que se jugara únicamente lo perdería hoy. Por Vallecas todavía, el que más y el que menos, sigue frotándose los ojos al comprobar cómo su equipo dejaba escapar un empate que tenía en su mano y una victoria que merecía por insistencia ante un equipo, el de Caparrós, que aprovechó las dos ocasiones que tuvo para llevarse tres puntos que ni en el mejor de sus sueños hubiera podido imaginar.
El choque de esta noche, el de las once -muchos se preguntan si Tebas y los suyos habrán estado pegados al televisor viendo y viviendo el espectáculo del fútbol que tanto les gusta-, arrancó con la protesta de la grada de Vallecas y con un ambiente frío. El fondo de Bukaneros aparecía completamente desierto y así se mantuvo hasta que en el minuto 24 los animosos hinchas franjirrojos decidieron aparcar su simbólica protesta y 'arrear' con el empuje y la animación de un partido que se pondría cuesta arriba y al que se tardó demasiado en poder 'meterle mano'.
La revolución de Paco Jémez, como se había anticipado, empezó por la portería, dando el privilegio a Rubén y relegando a Cobeño a un segundo plano. También hubo variaciones defensivas, con Arbilla ocupando el lugar en el centro de la defensa que dejaba Galeano, también enviado al frío banquillo por decisión técnica. Los cambios afectaron además al centro del campo, donde aparecía Adrián como compañero de Trashorras, y a la delantera, donde Jémez decidía jugar con un 'falso nueve' en la figura de Alberto Bueno y con Iago Falqué debutando en un extremo. La aportación del jugador cedido por el Tottenham no pudo ser más testimonial puesto que a los cinco minutos debía abandonar el terreno de juego por una lesión, lo que permitía al joven Embarba debutar con el primer equipo del Rayo.
Demasiados acontecimientos para un inicio de partido frío y desangelado que aprovechó Rubén García, en la primera llegada del Levante al área de Rubén, para lograr el 0-1. El balón, el ritmo del partido y las ocasiones eran del Rayo, pero la momentánea victoria sonreía a un Levante que sigue jugando a lo mismo de siempre. Los valencianos habían planteado un partido defensivo, con líneas replegadas, juntas y muy molestas para el ataque franjirrojo. Además, con su estilo guerrero, protestón y embarullado, los granotas sobrevivieron a una primera mitad en la que el Rayo era mejor, aunque tampoco sabía materializar su superioridad y plasmarlo en ocasiones de peligro. Un lanzamiento a la madera de Gálvez y varios remates desde dentro del área salvados por Navas y la defensa visitante, dejaban la sensación de un trabajo a medio hacer en las filas vallecanas.
Con la segunda mitad los acontecimientos siguieron sucediéndose. El ritmo seguía igual, el balón era del Rayo y el Levante, que solo tuvo una ocasión antes de la resolución final del choque, siguió limitándose a 'ennegrecer' el panorama para los de Jémez. Mucho más, cuando al cuarto de hora, Lass era expulsado por "golpear con el pie a la altura del pecho de un contrario, cuando el juego se encontraba detenido, por haber sido previamente objeto de falta", según rezaba en el acta del encuentro.
La expulsión de Lass fue un punto de inflexión que, sorprendentemente, sentó mucho mejor al Rayo que al Levante. Los franjirrojos se animaron, se vinieron arriba, apretaron, achucharon y, con Larrivey y posteriormente con Seba Fernández en el campo, buscaron dar la vuelta al rumbo del choque. Precisamente sería el argentino, que había perdido la titularidad tras el desastre del Calderón, el que remató de cabeza para lograr el empate y llevar la esperanza a la grada a falta de doce minutos para el final. Desde ese instante el choque solo tuvo un rumbo, el de la portería de un Keylor Navas que tuvo trabajo para aburrir y que lo solventó con más de un apuro, pero con continuidad.
El vendaval vallecano se tradujo en un sinfín de ocasiones de gol con remates a bocajarro, Tito estuvo cerca y Larrivey también, con disparos de media o larga distancia y con llegadas por banda y envíos al área rematados por Saúl o el propio Larrivey. El partido parecía abocado a un final en el que el Rayo lograría la machada, pero la realidad fue muy cruel con el conjunto vallecano. En el último minuto del tiempo añadido por el colegiado, y tras una nueva acción de ataque franjirroja, Ivanschitz, que se había incorporado en el tramo final del partido, culminó un contragolpe que heló el aire de Vallecas. El Levante, con dos remates a portería se llevaba tres puntos que no merecía, ver para creer.
