Alberto Bueno se destapó en su primera aparición oficial con el Rayo Vallecano como 'hombre-gol'. Su aportación en el estreno liguero del Rayo ante el Elche encandiló al público de Vallecas, más allá de la belleza o no de sus goles, por lo que ambos suponían y por convertirle, de repente, en la referencia ofensiva de un equipo al que le falta un auténtico 'killer' del área.

Su movilidad entre líneas, la inteligencia en el desmarque y su presencia en la zona más letal del campo contrario, le confieren unos galones que, en principio, parecían reservados a otros jugadores. Bueno ha llegado a Vallecas para confirmar lo que todos vieron en él desde sus inicios en la cantera del Real Madrid, su gran calidad.

En el Calderón, junto al resto del equipo, estuvo gris. En Vallecas, ante el Levante, mejoró por momentos. Ahora, tras el parón por los compromisos internacionales de las selecciones, el media punta madrileño espera volver a sumar, como hiciera ante el Elche.

La semana pasada, en el 'bolo' que Jémez preparó ante el Rayo B, Bueno fue uno de los destacados. Se le vio fino, con ganas, certero. Jémez le exige compromiso defensivo, presión en primera línea de ataque y su esfuerzo tendrá recompensa.

De momento, gracias a sus dos goles en el estreno liguero, se mantiene entre los máximos goleadores de Primera División, únicamente superado por Messi (Barcelona, 5), Diego Costa (At. Madrid, 3), Isco (Real Madrid, 3), Postiga (Valencia, 3) y Rodri (Almería, 3), pero eso no es suficiente y en La Rosaleda buscará ampliar su cuenta goleadora ayudando al Rayo a sumar tres nuevos puntos.