Vuelve a pasar el Barcelona y, de nuevo, una goleada, aunque después de una gran primera parte del Rayo.

Sí, con buenas sensaciones, creando ocasiones en una primera parte pareja, aunque tanto en físico como en juego hemos sido superiores. Ellos tuvieron alguna ocasión, nosotros también tuvimos varias y, al final, nos pudimos ir tranquilamente con 1-0, o como mucho con igualdad, y quizá el partido hubiese cambiado. El penalti son cosas que pasan, Víctor aguantó fenomenal y cuando un portero así aguanta, es difícil. Está en un momento espectacular y solo nos queda darle la mano y ya está. En la segunda parte fueros superiores y terminaron ganando ampliamente el partido.

¿Cómo se ve el fútbol desde ahí atrás viendo cómo te llegan al borde del área buscando cualquier hueco para poner el balón?

Se ve difícil. En la segunda parte llegaron varias veces en zonas de uno contra uno y pases atrás y es difícil parar a esta gente y cuando vienen con carrera y en ventaja es mucho más complicado. No queda otra que levantar la cabeza, porque no sirve de nada agacharla, hay que levantarse porque el miércoles hay que volver a jugar.

Valdés se acercó a saludarte al final del partido.

Fue a saludarme y estuvimos hablando un poco, nos conocemos desde hace muchos años. Hemos hablado del partido y de cosas personales, de la familia y de todo un poco.

Ahora viene Sevilla, luego Valencia y por último la Real Sociedad.

Vamos a empezar por el Sevilla, que es el más inmediato y el que nos tiene que preocupar y vamos a ir a por todas, no nos queda otra. Empezaremos por ahí y no queriendo subir las escaleras de dos en dos, mejor de peldaño en peldaño, porque creo que así será mejor.

Para un portero, aunque no los has recibido todos tú, cinco goles en el Calderón, otros cinco en Málaga, cuatro con el Barcelona, son demasiados goles.

Evidentemente son demasiados goles y tenemos que cortarlo. Yo me considero el primer responsable y el primero en sentirme obligado a buscar una solución y cortar esta racha y esta cantidad de goles, porque aunque creamos muchas ocasiones, si nos meten tantos goles es imposible sacar los partidos, así que del primero al último, desde el portero al delantero, tenemos que cortar esto y empezar la casa por los cimientos y reducir esta cantidad de goles, porque de otra manera no podremos sacar los partidos adelante.