El equipo ha ofrecido una imagen distinta a la que vimos contra el Athletic y el Villarreal.

El único partido en el que se nos puede achacar el no haber estado a la altura de lo exigible es el del Villarreal, que competimos muy mal. Hoy nuestra gran meta era que nadie pudiera comentar ni especular acerca de nada, más allá de que el resultado fuese uno u otro. Nadie puede pensar que ningún jugador del Rayo no ha dado todo lo que tenía que dar para ganar el partido. Lo digo porque durante la semana se ha hablado mucho, demasiado, sin pruebas y argumentando cosas que no tienen sentido. Nuestra obligación era dejar en entredicho a toda esa gente que insinuaba que el Rayo iba a dar la espalda a la competición y le iba a regalar el partido al Getafe.

En la primera parte el equipo ha estado más desactivado que en la segunda.

En la primera ellos estaban más metidos atrás y cuando ya vas perdiendo intentas cambiar el sistema de juego, metiendo más gente para tener una posibilidad, que yo creo que la hemos tenido. Es verdad que el Getafe nos ha cogido en la única que ha tenido en la segunda mitad, y hay que darles la enhorabuena, porque están en Primera. A mi equipo no le reprocho nada y creo que han dado una imagen muy por encima de un equipo que no se jugaba nada, y podemos salir hoy todos de aquí de Vallecas con la cabeza muy alta y sin que nadie piense nada raro.

Una pena la imagen del final del partido.

Es normal. Ellos estaban muy tensionados, nosotros también, pero no le doy la más mínima importante. Le doy la enhorabuena a todos. Nosotros hemos hecho lo que teníamos que hacer, que es cuidar nuestra dignidad profesional y competir al máximo, y si hay alguien que no lo entienda pues lo siento mucho. Estoy muy orgulloso de lo que ha hecho mi equipo. El Getafe es digno ganador y no tengo ningún problema. En esas situaciones hay mucha tensión y se dicen muchas tonterías, tanto ellos como nosotros, pero nada que no sea un partido de fútbol con tensión como el de hoy.

Ha terminado la temporada, ¿cuál es tu futuro? ¿seguirás en el banquillo del Rayo Vallecano?

Hay muy pocas posibilidades de que yo siga, muy poquitas. A día de hoy, ahora mismo, no voy a decir ninguna, porque estaría faltando a la verdad, pero es difícil, es complicado que yo pueda seguir un año más en el Rayo. Que sea difícil no quiere decir que sea imposible y si hay algo en Vallecas es que todo es difícil. Al final, necesitamos hablar, sentarnos, ver bien en qué va a consistir el proyecto y las dificultades que tiene y ver si tengo fuerza y convencimiento para, con un equipo nuevo, volver a competir y a estar entre los mejores. Son muchas cosas, pero a día de hoy  hay pocas posibilidades de que siga. Indudablemente tengo un año de contrato y si me obligan a seguir, tendré que seguir, porque no tengo seis millones de euros para pagar al Rayo... si me obligan seguiré siendo el entrenador del Rayo, pero no creo que lleguemos a esa situación.

¿Qué valoración haces de la temporada en la que estos últimos resultados podría parecer que empañan lo logrado?

Me hubiera gustado terminar de otra manera. Llevábamos una dinámica muy buena y estas tres últimas derrotas empañan un final de temporada que era espectacular, pero no puedo reprocharle nada a mis jugadores. Sé la exigencia que han tenido y lo que les he tenido que pedir y entiendo que lleguen desfondados. Hoy me han sorprendido, porque no creía que les quedara todavía tanta energía dentro como han demostrado. La temporada es muy buena para nosotros, con muchas vicisitudes y problemas. Los que están dentro del vestuario se merecen que les felicitemos porque han demostrado que siendo pequeños se pueden hacer grandes cosas. Ha sido un orgullo estar delante de ese grupo y sentirme uno de ellos.

Si te marchas, ¿con qué te quedas?

Con el cariño de la gente, con cómo me han dejado trabajar y cómo me han aguantado, que es difícil, porque soy una persona tan exigente y con tanto carácter que cometo muchos errores. El cariño de todos los jugadores y, aunque no es definitivo que me vaya, solo puedo tener palabras de agradecimiento para el club, que apostó por mí para llevar a cabo un proyecto complicado en Primera División y creo que en resultados y juego estos dos años han sido espectaculares. Ojalá, siga yo o no, cada día sea un equipo más potente, más grande y con menos problemas y que pueda estar muchos años en Primera División, porque es lo que se merece el club y la afición.

¿Tu idea es irte a otro equipo o estar un año sin entrenar?

No te puedo asegurar nada. Para empezar tengo un contrato y tengo hablar con quien tengo que hablar para llegar a un acuerdo. Esto no es una cuestión de que yo quiera o no seguir, soy responsable y sé que tengo un contrato firmado, pero también soy una persona de sensaciones y creo que tengo que hacer caso a mi intuición. No sé si habrá otro equipo, o si me tendré que ir a mi casa, no lo sé. Tampoco es lo que más me preocupa, que en realidad es decidir si tengo que volver a ser entrenador del Rayo o no. Una vez que tome esa decisión, y sienta que he acertado con la decisión, será el momento de ver. Si es que me quedo, perfecto, y si es que me voy, ver si hay alguna posibilidad de seguir entrenando o si me tengo que ir a mi casa, con mi mujer y mis hijas, y descansar y esperar que salga otra cosa.

¿Te has marcado algún plazo para esa decisión?

El club debe saberlo ya, porque si le comento ya que me voy a marchar tienen que firmar a otro entrenador y cuanto más tiempo tengan, creo que es mejor. Hoy o mañana, a lo sumo tres o cuatro días, habremos hablado y sopesado todas las opciones y decidiremos, yo y ellos, que no es una cuestión de que decida yo, son dos partes las que se tienen que poner de acuerdo.

La cantera juega con el 'modelo Jémez', ¿te llevas también ese orgullo de ver que los demás escalafones del club juegan según tu forma de entender el fútbol?

No es solo mérito mío, es la idea de un club que me eligió a mí para poder hacerlo. En la cantera hay mucha gente trabajando con un mérito tremendo y que espero que sigan trabajando así. Esto no depende del entrenador que esté, sino de la idea de un club que lo que hace es buscar un entrenador que se amolde a esa manera de hacer las cosas.