Empezó el partido nervioso, errático, acelerado y sin chispa. Sus acciones casi siempre finalizaban en pérdida y cada regate, cada tentativa, se convertía en un quiero y no puedo del que no parecía que pudiera escapar. El mexicano Javier Aquino fue uno de los debutantes del nuevo Rayo Vallecano y su puesta en escena no pudo ser más espectacular. Viendo el poco acierto ofensivo, Aquino puso todo su empeño en ayudar a Tito y a Quini, principalmente al primero, que en algún lance sufrió para recuperar posiciones defensivas. Ahí apareció la versión más desconocida de un jugador nacido para el regate, el desborde y la velocidad y no tanto para emplearse a fondo en tareas menos lustrosas, pero tanto o más importantes.

El partido discurría plácido para el Rayo, también para el Atlético, pero de repente en la segunda mitad, el 'mago' Aquino tiró de chistera y mostró todo su repertorio. El jugador cedido por el Villarreal fue un auténtico quebradero de cabeza para la defensa rojiblanca, que no encontró el antídoto para rebajar el veneno que poco a poco iba a ir introduciendo en sus venas. Regates, caños, cambios de ritmo y de velocidad, salidas por fuera, incursiones al centro, llegadas a la línea de fondo y centros al área... el gran Aquino llegó para deleite de su afición, que tardaría poco en corear su nombre. Ansaldi no sabía dónde mirar después de cada balón tocado por el mexicano y Godin, que hasta entonces había estado tranquilo, dudaba entre ayudar a su compañero o quedarse para no dar ventaja a Manucho.

Paco Jémez alabó la labor de Aquino en la rueda de prensa posterior al partido, afirmando que "en la segunda parte hemos visto a un Aquino brillante, con mucha facilidad para desbordar y eso es algo que nosotros necesitamos mucho. Ha demostrado la calidad que tiene, pero le tengo que exigir más, no me puedo conformar con lo que me ha dado, porque yo sé que atesora mucha más calidad, valentía y decisión. Muy contento con su debut, sobre todo con los momentos en los que no teníamos balón, porque yo sé que a él es lo que más le cuesta". La chistera de Aquino fue protagonista en Vallecas.