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La cabeza de Manucho pone orden en Anoeta

Escrito por Sábado, 17 Enero 2015

    Un remate de cabeza de Manucho, a falta de diez minutos para la conclusión, le sirvió al Rayo para lograr la victoria ante la Real Sociedad en un partido sobrio y serio de los de Jémez.



    Ficha técnica:

    R. Sociedad (0): Rulli, Markel (Rubén Pardo, minuto 52), Ansotegi, Elustondo (Chori Castro, minuto 77), Iñigo Martínez, Canales, De la Bella, X. Prieto, Granero (Finnbogason, minuto 83), Agirretxe y Carlos Vela.

    R. Vallecano (1): Toño, Tito (Quini, minuto 45) (A), Zé Castro, Abdoulaye (A), Insua, Baena, Trashorras (A), Aquino (Alex Moreno, minuto 59), Kakuta, Bueno y Manucho (A).

    Arbitro: Melero López.

    Goles: 0-1. Minuto 80. Manucho.


    No fue la mejor versión del Rayo, tampoco la peor, no fue un partido explosivo, vistoso y espectacular, pero sí tuvo tranquilidad, control y dominio de la situación. El Rayo ya echaba de menos algo de sosiego y lo vino a conseguir en un estadio donde la situación de los locales les lleva a todo lo contrario. El Rayo ganó en Anoeta y lo hizo sin grandes alardes, pero dominando el ritmo y sintiéndose a gusto.

    Para lograr la 'machada', Jémez recuperó la apuesta defensiva tradicional de cuatro hombres atrás, sacrificando a Jozabed en beneficio del grupo. El regreso al centro de la defensa del portugués Zé Castro dio más seguridad a la zaga y la dotó de un empaque y una consistencia que no tuvo en encuentros anteriores. Este cambio táctico suponía perder un hombre de medio campo y para compensarlo, el técnico franjirrojo decidió que la mejor opción era fijar a la defensa de la Real con Manucho como hombre de referencia en ataque.

    Con estas variantes en el dibujo el baile de nombres se extendió a Aquino e Insua, que desplazaron al banquillo a Quini y Licá, siendo el mencionado Jozabed y Alex Moreno los que tuvieron que esperar su momento. Enfrente, los donostiarras, recién eliminados de la Copa del Rey por el Villarreal y con una complicada situación en liga, intentaban resurgir con una victoria que les hiciera creer en sus posibilidades de recuperación.

    El Rayo, fiel a su estilo, se apoyó en el manejo de balón de Trashorras, en la movilidad de Bueno, en las llegadas de Kakuta y Aquino y en la persistencia de Manucho para maniatar a los de Moyes, que buscaban balones largos para Vela y Agirretxe y que únicamente encontraron algo de calidad en las botas de Canales. El resto... encefalograma plano.

    La primera media hora se consumió sin grandes sobresaltos, siendo Canales, con un buen envío a Agirretxe, el que empezó a darle algo de ritmo al partido. La réplica llegaría en las botas de Bueno, que remataba forzado un buen pase interior del gallego Trashorras. El centrocampista, dueño del medio del campo franjirrojo junto a Baena, que adelantó algunos metros su posición, también probó fortuna con un buen disparo que acabaría en saque de esquina rematado de cabeza por Alberto Bueno.

    Con el primer acto prácticamente finalizado llegaría la primera gran aparición de Manucho. El delantero angoleño había realizado varios controles sin fortuna, había peleado con los centrales, había buscado rematar sobre el portal de Rulli, pero no estaba encontrando premio a su desgaste. Una llegada de Kakuta, un balón suelto paseando por el área, la portería vacía y Manucho frente al balón no terminó en gol porque el delantero centro ni siquiera llegó a rematar, dejando que el balón se paseara por delante de la portería donostiarra.

    La segunda mitad continuó con un ritmo parecido y, aunque la Real intentó meter una marcha más a sus acciones, el Rayo seguía trabajando bien la presión, achicando balones en defensa con soltura y viviendo con naturalidad su calidad con el balón en los pies. Tito dejó su sitio a Quini, y posteriormente serían Alex Moreno y Jozabed los que se sumarían a un encuentro que terminaría en fiesta.

    Kakuta estuvo más participativo que en partidos anteriores y Alex Moreno, con frescura, puso en aprietos a la defensa local en varias acciones individuales que volvían a demostrar la gran calidad del jugador catalán.

    Con el partido controlado, volvió a aparecer la imponente figura de Manucho para desequilibrar el choque. El delantero había trabajado a destajo a nivel defensivo, recuperando balones incluso en campo propio, defendía en los corners, participaba en la creación y seguía buscando su gol, que llegaría a falta de diez minutos para la conclusión. Un saque de esquina, rematado de manera colosal por Manucho, suponía el 0-1 y daba tres nuevos puntos a un Rayo que basó su victoria en el trabajo, en el orden y en la constancia, dejando de lado los riesgos y algo de explosividad a nivel ofensivo.

    Los vallecanos supieron defender sin mayores problemas el último 'arreón' del conjunto vasco, cerrando la primera vuelta con veintitrés puntos y recuperando las buenas sensaciones perdidas hace menos de una semana ante el Córdoba. Ahora toca pensar en el Calderón, sin dejar de disfrutar de un nuevo éxito en Anoeta.

     

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