Paco Jémez se mostró crítico con "ciertas cosas" que está escuchando en relación al equipo, aunque no quiso entrar a explicar totalmente a qué se refería. Durante la rueda de prensa de esta mañana en la Ciudad Deportiva, el técnico franjirrojo tuvo palabras de recuerdo para su compañero Wilfred, fallecido esta semana, afirmando que "no debería haberse muerto nunca, me da mucha rabia que haya tenido el final que ha tenido, pero la vida es así de injusta. Siempre quedará en el recuerdo lo que ha sido para nosotros. Tuve la inmensa suerte de ser su compañero y su amigo y todo lo que podamos brindar a la familia es poco. Si una victoria vale para alegrar un momento, aunque es complicado, haremos todo lo posible".

Jémez expresó su malestar porque "en torno al equipo hay cosas que no me gustan, cosas raras. Estamos los décimos, cuando el año pasado estábamos luchando como perros por salir de la última posición y parece que nadie se acuerda de eso. Mi trabajo es exigirle a los jugadores el máximo, pero están haciendo una buena temporada. En casa los resultados no son los que esperábamos, pero las cosas se deben analizar globalmente", indicaba, añadiendo que "el que hable de falta de actitud es un mentiroso y no se lo voy a permitir a nadie. Podemos ser mejores o peores, con más o menos talento, pero aquí se deja todo el mundo todo en el campo. El que diga algo de actitud es un mentiroso", sentenciaba.

Con la vuelta de Tito y Leo, el Rayo recupera a dos jugadores importantes para el equipo. "Han entrenado bien y podrían ser mañana una opción. A Leo le hemos guardado todo el tiempo que ha sido necesario para que no se hiciera daño y hoy ha hecho de todo y no se ha sentido mal. Lo que hay que analizar es si estará para aguantar los noventa minutos. Tito igual, así que posiblemente irán convocados, pero ya veremos cuánto juegan".

En relación al rival de mañana, el Deportivo de la Coruña, el entrenador franjirrojo comentaba que "está buscando su camino y sabe que no se puede dormir. Cuando tiene el día bueno es un equipo peligroso, que juega bien al fútbol. El partido está claro que pasa por no dejarles jugar", poniendo el foco en el mercado invernal porque "todos los equipos, bueno nosotros no, se refuerzan porque quieren ser mejores y porque creen que es una solución, por eso las segundas vueltas son más complicadas que las primeras". Jémez dijo no tener esperanzas en que lleguen refuerzos de aquí al cierre del mercado de fichajes. "Soy entrenador y entreno lo que me den. Si no se trae nada es porque las condiciones económicas o las deportivas no se dan y no puedo exigir al club que se gaste lo que no tiene, sobre todo cuando, en número, tengo plantilla suficiente. Si me faltase un central lo pediría, pero como tengo número suficiente de jugadores, no se puede reprochar nada al club".

Jémez también consideró como muy importantes los dos próximos partidos, "que pondrán a prueba nuestra ambición. Quiero ver un equipo ambicioso y que no tiene miedo a perder y que salga a ganar, que no se conforme con el bien y que quiera un notable o un sobresaliente", anticipando que, probablemente, vuelva al planteamiento de defensa clásica de cuatro, eliminando alguna pieza del centro del campo.