Volver a hablar de fútbol, volver a pensar en fútbol, volver a disfrutar y a sentir el fútbol. Vallecas necesita fútbol, Vallecas necesita al Rayo. Mañana, la visita del Dépor servirá para desempolvar las bufandas, las banderas y las pancartas y para afinar las gargantas en busca de una alegría. Porque el estadio, el barrio y la afición están necesitados de una alegría. A los traspiés deportivos y los varapalos de los que manejan el 'cotarro', esta semana se ha querido unir la vida, llevándose por delante a uno de aquellos jugadores que dejaron una profunda huella a su paso por el club. Mañana, el Rayo tendrá ante sí un momento único para lograr que los suyos se vayan felices a casa, que el fútbol se reencuentre con la victoria y que Wilfred reciba la primera gran alegría de su "nueva vida".

El partido ante el Dépor llega nuevamente con el envoltorio de los "alto riesgo", una vez más, una semana más. Allá donde aparece el nombre del Rayo, sea en el Calderón, ante el Sevilla o contra el Deportivo de la Coruña, el "alto riesgo" está presente (esta vez, según parece, por temor a enfrentamientos entre los gallegos y los ultras del Atlético de Madrid).

En lo extradeportivo, el ambiente está tenso. La afición echa de menos el apoyo institucional de sus directivos, que se desmarcaron en el Calderón de una protesta que dejó la zona visitante del estadio rojiblanco huérfana de ambiente futbolístico. Cierto es que el presidente protestó públicamente por lo que consideraba unas medidas de control excesivas, pero no lo es menos que la directiva compartió palco y conversaciones con quienes habían abusado del poder que les brinda ser uno de los grandes de España. Ni el fichaje de Correa, si llega a producirse, merece algunos detalles.

En el plano deportivo llegan buenas noticias de la enfermería. Leo y Tito se han recuperado a tiempo y podrán estar presentes ante los gallegos, y la vuelta de Insua, ausente por contrato, y de Quini, excluido del Calderón por tarjetas, permitirá a Jémez 'arropar' a Toño con una defensa de cuatro de la que ya apenas quedan vagos recuerdos.

Este cambio de planes sobre la marcha dejará a Fatau fuera, pero mantendrá la duda de Jozabed. Además, que Leo no esté para jugar los noventa minutos ofrece dos interesantes alternativas, con Manucho como recambio natural y con Alberto Bueno recuperando el sitio perdido ante el Atlético de Madrid. Kakuta, indiscutible, y Aquino, cogiendo de nuevo el ritmo, completarán un once del que Jémez espera ambición, garra y entrega, para demostrar que el Rayo no tiene la intención de pasar por la liga sin apenas despeinarse. El técnico ha sido contundente en la previa al afirmar que quien ponga en duda la actitud de los suyos "es un mentiroso", algo que podrá desvelarse ante los gallegos.

La mala racha del Rayo en el Estadio de Vallecas, donde incluso algunos jugadores franjirrojos han afirmado sentirse perjudicados por las dimensiones del terreno de juego, será el arma con el que pretenda jugar el equipo de Víctor Fernández. El cuadro blanquiazul llega a Madrid con piel de cordero y reconociendo el mérito del rival, pero preparando su estrategia para lograr la victoria. El conjunto coruñés no ha terminado de despuntar, sumando cinco de los últimos quince puntos en juego, tras derrotar al Athletic (1-0), empatar con Levante (0-0) y Granada (2-2) y perder ante rivales de otra liga, como son el Villarreal (3-0) y el F.C. Barcelona (0-4).

Víctor pierde a Fariña para este encuentro, sancionado con dos partidos por agredir a Fran Rico, pero podrá contar con Borges, centrocampista costarricense que tras varios meses sin poder competir ya ha recibido el visto bueno y podría partir de inicio ante el conjunto vallecano.

El Rayo buscará una victoria para dedicársela a Wilfred y su familia

Los esfuerzos realizados en los últimos días por el Rayo Vallecano para ayudar a cumplir el deseo de Wilfred de volver a ver a sus hijos, fueron en vano. Ahora, con la grada volcada de nuevo con el que fuera su guardián durante seis temporadas, buscarán en el terreno de juego brindarle una victoria y dedicársela también a su familia. El minuto de silencio y el último homenaje a Wilfred serán la primera piedra de una noche que todos esperan sea emocionante y apasionante a partes iguales. El fútbol vuelve a Vallecas, que espera recuperar de nuevo su protagonismo.