Opinión. ¿Si alguien no te gusta le das una paliza? ¿Cuando tienes un punto de vista diferente al de otra persona lo solucionas "a palos"? ¿Si tienes problemas con un vecino le haces la vida imposible? ¿Eres capaz de agredir a un árbitro en un partido de alevines? ¿Insultas al que te empuja en el metro?... ¿lanzas mecheros u otros objetos en un campo de fútbol?
Hace mucho tiempo que el lanzamiento de objetos estaba casi desterrado del mundo del fútbol, incluso hacía mucho tiempo que los energúmenos de turno no quedaban para montar 'jarana' a las puertas de un recinto deportivo. Los destierros parecen tener fin y, pese a las medidas (absurdas y exageradas muchas de ellas) que intentan erradicar la violencia en el mundo del fútbol, siempre hay quien se sale del redil y se manifiesta para dejar en evidencia a los que nos gusta el deporte, disfrutamos con el deporte y vivimos el deporte. El espectáculo, envuelto en este tipo de maraña de violencia, descerebrados y descontrolados, se convierte en basura.
Todo esto viene a colación por la acción de un "señor" o "señora" en la grada de Vallecas. Que uno grite, vocifere, cante, baile, diga o deje de decir, no tiene mayor trascendencia siempre que no entre en el espacio vital de otra persona; que uno agreda a otro por el simple hecho de no estar de acuerdo con una decisión, una apreciación, una actuación o una idea, es denunciable y perseguible.
Este "señor" o "señora" debería haber pensado antes de actuar, debería haber refrenado su ira, su inconsciencia o lo que le dominase en aquel fatídico momento y, más allá de su falta de puntería, debería pagar por ello. Habrá que ver dónde quedan las medidas grupales antiviolencia, los controles desmesurados para saber dónde vas, con quién, donde paras y a qué hora, cuando te diriges a un estadio de fútbol. Habrá que ver si este tipo de actos, individuales, personales e intransferibles tienen su reflejo en las consecuencias que derivan. Pero no un cierre parcial de una grada (¿qué culpa tienen las decenas o centenares de seguidores del Rayo o de otro equipo del acto de un individuo?) o a la multa a un determinado club (¿cómo controla un club la introducción de un mechero o un móvil que pueda servir en un determinado momento para hacer daño a alguien?) Que al Calderón no se pudiera introducir un bombo o una pancarta es una decisión arbitraria que toma un determinado club para justificar que está "luchando contra la violencia" -o eso dicen-, pero ¿cómo controlan los clubes los actos individuales de cada aficionado?
Habrá que buscar al personaje y aplicarle la sanción que corresponda y no me refiero a una multa económica, que al final el bolsillo duele, sí, pero el dinero se gasta. Habrá que encontrar las medidas que enseñen a los niños lo que no se debe hacer en la vida, las que sirvan para demostrar que no todo vale y que los actos, por espontáneos que sean o parezcan, tienen sus consecuencias. Si no estás preparado para vivir en sociedad y no estás preparado para acudir a un partido de fútbol, no lo hagas, y si no eres capaz de decidir por ti mismo... que decidan los que mandan, que para eso están, se supone.
Dicho esto, me gustaría romper una lanza a favor de la afición del Rayo. Para uno que ha vivido muchos, muchísimos, desplazamientos con esa afición, en San Sebastián, Elche, Castellón, Murcia o Sevilla, en Bilbao o Barcelona, y en otros muchos lugares de los que no me quiero acordar, que se hable de afición "violenta" me da rabia. Para uno que ha vivido los momentos previos de partidos importantes en Vallecas y que se ha tragado muchos 'bodrios' en diferentes categorías siguiendo al Rayo, que se hable de afición "violenta" me deja perplejo. Para uno que lleva años siguiendo a, y disfrutando con la franja, me duele. Que bajar la Castellana custodiado por la policía sea entendido por la 'gente de a pie' como un "mira, tienen que ir vigilados por la policía", me sienta realmente mal.
Ya está bien de criminalizar a los grupos por el mero hecho de serlo, de culpabilizar a los colectivos, de señalar a la gente en general. ¿Hay violentos? ¿Sí? Pues a por ellos, con todo el peso de la ley, sea la que sea, la penal, la criminal, la deportiva o la de andar por casa. Al resto, déjennos tranquilos. Y al del mechero, un mensaje, quédate en casa, reflexiona y cuando te sientas normal otra vez sal a la calle y sonríe a tu vecino, aunque te caiga mal. ¡Ah, y deja de fumar!, que nos irá mucho mejor a todos. Y a Tebas y los suyos otro mensaje, "Acabad con la violencia en el fútbol, pero no os carguéis el fútbol, por favor".
