Ficha técnica:
R. Vallecano (4): Cristian Alvarez, Tito, Zé Castro (A) (Morcillo, minuto 45), Amaya, Nacho, Baena (A) (Jozabed, minuto 77), Trashorras, Kakuta, Licá, Bueno (Pozuelo, minuto 64) y Manucho
Levante (2): Mariño, Iván López (Rubén, minuto 45), Toño, David Navarro, Barral, Morales, Ramis (A), Xumetra (Uche, minuto 69), Víctor Casadesus, Diop (A) (Simao, minuto 45) y Camarasa.
Arbitro: Bikandi Garrido.
Goles: 0-1. Minuto 13. Víctor Casadesus; 1-1. Minuto 23. Bueno; 2-1. Minuto 31. Bueno; 3-1. Minuto 33. Bueno; 4-1. Minuto 37. Bueno; 4-2. Minuto 84. Uche.
Alberto Bueno abandonó el Estadio de Vallecas como las grandes estrellas de Hollywood. Rodeado por decenas de aficionados del Rayo en busca de una fotografía o un autógrafo del héroe de un partido en el que el delantero destrozó a un Levante que llegaba a Vallecas con la inercia de sus últimos minutos ante el Granada y que salió del barrio cabizbajo tras el 'meneo' sufrido ante los franjirrojos.
Paco Jémez, que volvía a confiar en el bloque de las últimas semanas para conformar la convocatoria, decidió que el once inicial recuperase a algunas de sus piezas indispensables hasta hace un par de semanas. Baena, que había perdido su sitio en el equipo tras la expulsión en el Martínez Valero de Elche, regresaba al equipo merced a la lesión de su compañero Fatau, mientras que Trashorras volvía a coger el mando en el centro del campo para dirigir las operaciones de un Rayo que, además, movió ficha en punta de ataque, donde Leo dejaba hueco al siempre trabajador Manucho.
Enfrente estaba un Levante que podía contar con el sancionado y perdonado cautelarmente Ramis y que confiaba en Barral y Víctor Casadesus para poner remedio a sus problemas futbolísticos, que los tiene y muchos. Los de Alcaraz sabían que sus opciones pasaban por algún envío de Xumetra y el oportunismo de uno de sus puntas, porque en creación, su propuesta no pasaba más allá que la de los envíos largos de los centrales o el portero para intentar ganar la espalda a la defensa franjirroja.
El partido arrancó conforme a lo esperado. El Rayo tocaba el balón, el Levante buscaba la contra. Licá hizo gala de su punta de velocidad y, pese a su falta de puntería, probó fortuna y mandó a Mariño un mensaje claro: el Rayo no iba a dejar escapar tres puntos casi vitales antes de su visita al Camp Nou el próximo domingo.
Con el juego volcado hacia el campo levantinista, Xumetra y Casadesús inventaron una jugada inesperada que daba un vuelco a la situación. Habían transcurrido trece minutos y el Levante se ponía por delante en su primera llegada ante el portal de Cristian Alvarez, que sustituía a Toño bajo palos. El gol de los valencianos no desquició al conjunto vallecano que, pese a los silbidos de parte de la grada por su parsimonia en la salida del balón, siguió jugando a lo suyo.
Amaya, con un remate de chilena enseñó el camino del éxito al héroe de la tarde. Alberto Bueno empezó su particular recital rematando de cabeza un buen envío de Nacho desde la izquierda. Unos minutos más tarde volvía a hacer diana cazando un balón dentro del área para desesperación de Mariño, que tampoco pudo hacer nada para evitar el tercero del Rayo y el tercero en la cuenta particular de Bueno. El madrileño cerraba su particular recital apenas catorce minutos después de haber logrado el empate, destrozando a un Levante que se veía incapaz de reponerse ante el acierto del ariete franjirrojo.
Para cerrar una primera parte de ensueño para el Rayo, Zé Castro veía una tarjeta amarilla que le impedirá jugar en el Camp Nou, circunstancia que también le ocurrirá a Baena, que cerrará ciclo de amonestaciones ante los blaugrana.
El segundo período, y con un 4-1 que daba pocas opciones a los de Alcaraz, el Rayo bajó el nivel de intensidad, dejando que los levantinos llevasen algo más de carga en sus botas. Con sus limitaciones, los visitantes intentaron recortar distancias en el marcador cuando Barral estrelló un lanzamiento en el poste de la portería de Cristian, aunque esta acción fuese un espejismo de reacción que no llegó a fructificar. Nacho y Kakuta tuvieron opciones de aumentar la ventaja local pero sería Uche, que había entrado en la segunda mitad, quien maquillaría el resultado para los suyos logrando el definitivo 4-2 a falta de seis minutos para el final.
Bueno se llevó bajo el brazo el balón firmado por sus compañeros, recogió la ovación de la grada de Vallecas que coreó en varias ocasiones su nombre y se citó con el Camp Nou para seguir haciendo historia con el Rayo.
