El entrenador del Rayo Vallecano, Paco Jémez, no quiso esperar a estar dentro del vestuario para mostrar a sus jugadores que estaba satisfecho pese al abultado resultado encajado en el Camp Nou. A la conclusión del partido, esperó a que los aficionados recibieran el agradecimiento de su plantilla y fue felicitando a cada jugador de forma individual a la entrada a vestuarios. El trabajo, el esfuerzo y las ganas demostradas por los jugadores del Rayo fueron suficiente consuelo para un entrenador que quiso mostrarlo públicamente.