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Mina saca petróleo de la visita del Rayo

Escrito por Domingo, 12 Abril 2015

    El Rayo Vallecano cayó ampliamente derrotado en su visita a Balaídos (6-1) en un partido en el que siempre fue a remolque de un rival que jugó a mayor velocidad, con más frescura y con las ideas más claras.



    Ficha técnica:

    CELTA (6): Sergio, Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Jonny, Augusto (A) (Alex López, minuto 61), Krohn-Dehli, Orellana, Santi Mina (Bongonda, minuto 71), Nolito y Larrivey (Charles, minuto 73).

    RAYO VALLECANO (1): Toño, Zé Castro, Abdoulaye (Nacho, minuto 26), Amaya, Licá (Tito, minuto 26), Trashorras (A), Jozabed, Embarba, Kakuta (Miku, minuto 73), Bueno y Manucho.

    ARBITRO: Clos Gómez.

    GOLES: 0-1. Minuto 1. Manucho; 1-1. Minuto 6. Larrivey; 2-1. Minuto 21. Santi Mina; 3-1. Minuto 37. Larrivey; 4-1. Minuto 40. santi MIna; 5-1. Minuto 51. Santi Mina; 6-1. Minuto 56. Santi MIna.


    El Rayo Vallecano recibió un duro correctivo en su visita a Balaídos, un feudo que históricamente había acogido a los vallecanos con los brazos abiertos y que les había proporcionado todas las alegrías que esta noche se esfumaron desde que los vigueses lograron neutralizar el tempranero gol del angoleño Manucho. Los de Jémez quedaron a merced de un rival con el que supuestamente debían jugarse la posibilidad de luchar por ocupar el mejor puesto de los equipos que juegan 'la otra liga', pero esta noche el Celta pareció optar a Europa y el Rayo a no descender.

    La alineación de Jémez sorprendió por la presencia de tres centrales y ningún lateral nato, circunstancia que, visto lo sucedido en los primeros veinticinco minutos, fue corregida, sin que la reacción esperada llegase a fructificar. Toño sustituyó a Cobeño bajo palos, Abdoulaye, Amaya y Zé Castro formaban la muralla defensiva de un equipo que confiaba en la magia de Jozabed y Trashorras y en la profundidad de Embarba y Kakuta, pero que se terminaría perdiendo ante la velocidad, anticipación, presión y mayor frescura de un Celta que no tuvo piedad del conjunto vallecano.

    El choque empezó bien para el Rayo. Un buen pase de Embarba era rematado por Manucho a gol en el primer acercamiento sobre el portal de Sergio. Apenas dos minutos más tarde, el cuadro franjirrojo gozó de una gran ocasión tras remate de Amaya a nuevo centro de Embarba, lo que presagiaba otra gran noche del Rayo en un partido que empezaba con ritmo, con ocasiones y con alegría. Celta y Rayo, amantes del fútbol de toque, peleaban por demostrar sus aspiraciones de ser el mejor de los que no ganan títulos ni luchan por la Europa con mayúsculas y hoy no hubo discusión.

    A los seis minutos, Nolito abastecía a Larrivey y el argentino empezaba el recital goleador de los gallegos. Tras el empate del ex-jugador del Rayo, Manucho tuvo una nueva oportunidad, aunque su remate se marcharía ligeramente desviado de la portería de Sergio, suponiendo la desaparición absoluta de los franjirrojos. Los balones divididos siempre favorecían a los celtiñas, el conjunto de Berizzo parecía jugar con una velocidad más que su rival y Santi Mina se encargó de materializar la superioridad de su equipo. A los veinte minutos Nolito volvería a dejar un buen balón para que Mina diera rienda suelta a su oportunismo, calidad y presencia.

    Ante la avalancha del Celta, Jémez decidía recomponer el puzzle creado en el inicio y daba entrada a Tito y Nacho en sustitución de Lica y Abdoulaye, pero ya no había remedio. Larrivey lograba el 3-1 a los treinta y siete minutos y Mina redondeaba una gran primera mitad del Celta con el 4-1 que sentenciaba definitivamente el partido.

    El Rayo no se pareció al equipo que se enfrentó el miércoles al Real Madrid, ofreciendo una imagen muy diferente a la deseada por Paco Jémez y a la tantas veces aplaudida por la afición vallecana. Y llegó el segundo tiempo y con él, más goles del Celta. Santi Mina seguiría con su exhibición anotando el 5-1 tras remate de cabeza a pase de Orellana y tras un nuevo intento de Larrivey, volvería a ver puerta marcando el 6-1 definitivo a pase de Nolito. El Rayo estaba roto, descompensado, cansado y falto de chispa, todo lo contrario que un Celta que pese al gol de Manucho fue creciendo en el partido hasta terminar atropellando a un equipo que pareció tener muy poca capacidad de reacción.

    Alberto Bueno apareció en el tramo intermedio de la segunda mitad para buscar su gol, pero sus remates se marcharon desviados, consumiendo las escasas opciones de recuperación de un Rayo que no estuvo a la altura y que deberá pasar página lo antes posible si no quiere que este correctivo le lastre de cara al final de temporada.

     

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