El Rayo Vallecano vive de su imagen de equipo valiente, osado, atrevido... y en ocasiones, suicida. Su forma de jugar, tan espectacular como arriesgada en diversos partidos a lo largo de la temporada, le proporciona muchos halagos, pero también varios disgustos durante el año. Las goleadas conviven en Vallecas con esa imagen de equipo sin complejos capaz de tutear al Barcelona hasta 'robarle' su bien más preciado, la posesión, o de plantarle cara al Real Madrid o al Atlético, para terminar 'hincando la rodilla' ante la mayor pegada y calidad de los poderosos de la liga.
Las luces que iluminan el excepcional trabajo de Paco Jémez al frente del Rayo, han dejado paso también a goleadas más o menos honrosas. El conjunto vallecano suele acumular entre cuatro y cinco partidos con diferencias en contra de cuatro o más goles y no siempre se han producido ante los más grandes de la liga. El primero en aprovechar los huecos de los equipos de Jémez sería el Valladolid de Miroslav Djukic que en un gran partido de Javi Guerra apabulló a los vallecanos con un contundente 6-1 en septiembre de 2012. Apenas un mes más tarde sería el F.C. Barcelona (asiduo en este capítulo) el que les derrotaría por 0-5, siendo la Real Sociedad (4-0) en noviembre de 2012 y el Valencia (0-4) en mayo del 2013, los últimos verdugos en la temporada más éxitosa de la historia del club a nivel clasificatorio.
La segunda campaña de Jémez al frente del banquillo franjirrojo fue incluso peor en ese sentido. Hasta cinco fueron las goleadas que la afición franjirroja tuvo que sufrir, aunque tan solo una fuese en el Estadio de Vallecas. Ese año el Atlético de Madrid abriría la herida con un contundente 5-0 en septiembre de 2013, siendo secundado una semana más tarde de nuevo por el F.C. Barcelona, que ganaría en Vallecas por 0-4. En esta ocasión hubo que esperar una vuelta entera, hasta la visita al Camp Nou, para volver a sufrir un nuevo correctivo. Los blaugrana ganaron por 6-0 en febrero, mientras que el Real Madrid haría lo propio (5-0) un mes más tarde en el Santiago Bernabéu. El Villarreal, en la recta final del campeonato, vencería a un Rayo sin alma por 4-0 en el Madrigal.
Esta temporada la historia ha vuelto a repetirse. A las alabanzas por el planteamiento del técnico, por la buena imagen del equipo y por sus grandes y meritorias actuaciones, se han sumado las repetitivas goleadas. El Málaga ganó en octubre por 4-0 en la Rosaleda y en Noviembre sería el Real Madrid, que venció por 5-1. En Marzo llegó la habitual del Camp Nou (6-1) y esta semana la inesperada goleada de Balaídos ante el Celta (6-1), pese a adelantarse en el marcador con un gol de Manucho en el primer minuto.
En los cuatro partidos que acabaron con marcadores abultados, en la temporada 2012-13 el Rayo recibió diecinueve goles anotando tan solo uno (el logrado en el Nuevo José Zorrilla de Valladolid). La temporada pasada, en cinco partidos, el conjunto franjirrojo encajaría veinticuatro goles, siendo incapaz de marcar en todos ellos. Esta temporada, a falta de siete jornadas para la conclusión del campeonato, el Rayo acumula veintiún goles en contra por tres a favor, en los cuatro encuentros que han terminado con goleada. En el horizonte esperan Sevilla, Valencia y Espanyol como equipos más destacados, además de Almería, Getafe, Córdoba y Real Sociedad, que hoy por hoy no parecen rivales con entidad suficiente como para golear al cuadro vallecano, aunque nadie se atreva a asegurarlo.
