Otro aspirante a Champions en el camino del Rayo, otra oportunidad de demostrar a toda España y a todo el mundo que el fútbol sin complejos del equipo de Jémez también da para sorprender a los grandes. Así se presenta el duelo de esta noche ante los 'ché', sin complejos, sin presiones, sin estrés, sin agobios. Todo lo contrario ocurre en la acera de enfrente. El conjunto de Nuno acude al Estadio de Vallecas con la necesidad imperiosa de lograr la victoria, presionado por las victorias del Atlético de Madrid ante el Villarreal y del Sevilla en Eibar, circunstancia que echa más leña al fuego de la tensión de un Valencia que parece haber encontrado el camino más corto para lograr el éxito.
El conjunto de Nuno ya no plantea tantas dudas, es cierto que su fútbol no tiene la claridad de los más grandes, pero su solvencia, su practicidad y, sobre todo, su contundencia, están fuera de toda duda. El técnico portugués no quiere sorpresas, consciente de la locura que puede provocar en su equipo el desparpajo de un Rayo sin ataduras tácticas y sin miedo a caer al precipicio. Ya lo sufrieron en la eliminatoria copera, donde el cuadro vallecano fue superior en la ida y en la vuelta, pese a su eliminación final, y no querrán volver a vivir noches como aquellas en las que el conjunto valenciano estuvo a merced del acierto ofensivo y defensivo de los franjirrojos para acabar desquiciándose y perdiendo a algún que otro jugador por el camino (siempre terminaron los partidos con algún expulsado en sus filas).
El Valencia ha viajado a Vallecas con todo su equipo disponible, con la recuperación de Piatti y con veinte hombres de los que deberán descartar a dos en las horas previas al choque. Javi Fuego podría descansar para dar entrada a Enzo Pérez, mientras que Negredo, que dio una asistencia y marcó un gol el lunes ante el Granada, podría ser titular ante su ex-equipo, en sustitución de Paco Alcácer.
El Rayo afronta el partido con los valencianos con problemas en defensa. A la baja por cuatro semanas de Antonio Amaya se sumó también Abdoulaye que, con molestias físicas, se perderá el choque de esta noche. En su lugar entrarán Morcillo, que jugó por obligación ante el Sevilla ante la lesión de Amaya, y Zé Castro, que regresará al once tras su partido de descanso el fin de semana pasado.
Además de los centrales, el cuadro vallecano volverá a contar con la baja de Raúl Baena que, pese a disputar el partido del Pizjuán, volvió a resentirse de sus molestias y, por precaución, se quedó fuera de la lista de esta noche. En su lugar estará Fatau, aunque Jémez podría decantarse por la dupla Trashorras-Jozabed para dar mayor control al centro del campo vallecano. Tampoco está clara la opción de ataque. Bueno podría recuperar sus galones tras no disputar un solo minuto en Nervión y Miku por fin podría ser titular ante su ex-equipo. Las bandas, en principio, deberían seguir siendo, salvo sorpresa, para Kakuta y Embarba, con Tito y probablemente Nacho como escuderos de lujo en derecha e izquierda.
La dimensión del partido para el Rayo ha ganado enteros tras la derrota del Málaga anoche en Balaídos, relanzando las opciones de Athletic, Espanyol o Rayo, junto al propio Celta, en su lucha por alcanzar una séptima plaza que podría garantizar plaza en Europa la próxima temporada. Con el objetivo de asegurar matemáticamente la salvación y posicionarse para alcanzar los cincuenta puntos, los de Jémez buscarán sorprender a un aspirante a Champions con presión por ganar.
