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¿Un decreto-ley por el que todos ganan?

Escrito por Martes, 05 Mayo 2015

    El Gobierno decidió intervenir en el reparto de los derechos audiovisuales y esgrimiendo como razones el "interés general", la "demanda" de las partes implicadas y la intención de promover la competencia en el mercado de la televisión de pago, lanzó un decreto-ley que parece contentar a todos.


    El Gobierno, con un Decreto Ley de fecha 30 de Abril, ha decidido dar carpetazo al actual sistema del reparto del pastel televisivo en el que los más grandes de la liga se repartían gran parte de lo generado. Esa es una de las explicaciones que se dan, aunque no todo es tan sencillo. Con su decisión, el ejecutivo accede a las peticiones de la mayoría de clubes y toma el camino de en medio, viendo que el mercado no terminaba de autoregularse en condiciones. Pero, ¿por qué está tan contento el Rayo? ¿qué hay en 'las tripas' de la decisión del Gobierno? ¿quién sale beneficiado y quién perjudicado? ¿es un reparto totalmente justo? En Pasión por el Rayo (PxR) hemos dado una vuelta al decreto y nos hemos fijado en las luces y las sombras de un decreto-ley que parece dejar contentos a muchos.

    Las motivaciones que han provocado el nuevo escenario se basan estrictamente en criterios económicos generales al tomarse como referencia algunas de las ligas "de nuestro entorno". Según recoge el decreto, "la recaudación por esta venta", de manera individualizada, es "sensiblemente inferior a la que correspondería a la competición española por importancia, dimensión e impacto internacional". La debilidad estructural que se aprecia ha provocado un "desequilibrio de ingresos, entre los equipos que más y menos reciben, mayor al de las ligas de nuestro entorno". El Gobierno se apoya en el "interés general" para justificar su intervención en "un mercado de bienes y servicios", explicando que actúa por "la indiscutible relevancia social del deporte profesional, en segundo lugar, la reiterada y unánime demanda de dicha intervención desde todos los sectores afectados y, finalmente, la necesidad de promover la competencia en el mercado de la televisión de pago". Los datos ofrecidos hablan de un estudio del CIS de junio del 2014 en el que se indica que un 48 por 100 de la población se manifiesta interesada en el fútbol, mientras que un 67,4 por 100 dijo ser simpatizante de algún equipo profesional.

    La venta conjunta de los derechos audiovisuales pasará a partir de ahora a manos de la Liga de Fútbol Profesional y a la Federación Española de Fútbol, que se encargarán de obtener los mayores beneficios para la liga y la copa respectivamente (incluyendo Primera y Segunda División en el primer caso y Copa del Rey y Supercopa en el segundo).

    Una de las ideas principales es corregir diferencias entre los equipos participantes, a lo que, en principio, se llegará aplicando unos criterios correctores que veremos más adelante y que tendrán en los resultados deportivos y en la implantación social (recaudación de abonos, taquilla media y aportación a la generación de ingresos por retransmisiones televisivas) su base de medida. Además, la norma del gobierno incluye partidas para el Fondo de Compensación de los clubes que desciendan de categoría, para la promoción de la competición profesional y el fútbol aficionado, así como para la Segunda División B, el Fútbol Femenino en su Primera División y las asociaciones de futbolistas, árbitros, entrenadores y preparadores físicos.

    La venta centralizada de derechos audiovisuales desde la temporada 2016/17

    Como gran parte de los clubes ya tienen cerrada la venta individualizada de sus respectivos derechos hasta la temporada 2015/16 el decreto fija como fecha mínima para la puesta en escena conjunta la temporada 2016/17, indicando que el período máximo de duración de los nuevos contratos será de tres años, aplicándose los siguientes criterios para el reparto de los ingresos:

    El 90 por 100 de los ingresos irá destinado a la Primera División, mientras que el 10 por 100 restante será para la Segunda, respetándose siempre los siguientes criterios:

    - En Primera División el 50 por 100 y en Segunda no menos del 70 por 100 se repartirá a partes iguales.

    - Un 25 por 100 se asignará en función de los resultados deportivos de las cinco últimas temporadas, dándose mayor valor a la última (35%), y así sucesivamente la penúltima (20%) y el resto (15% cada una). En Segunda solo se computará la última temporada. Una vez calculado el importe a repartir se tendrá en cuenta su clasificación en cada temporada con unos porcentajes de asignación que oscilarán entre el 17 por 100 del primer clasificado, el 15 por 100 del segundo o el 13 por 100 del tercero y el 0,75 por 100 del antepenúltimo, el 0,5 por 100 del penúltimo y el 0,25 por 100 del último clasificado.

    - El 25 por 100 restante se asignará en función de la implantación social de cada club, que incluye la recaudación en abonos y taquilla media de las últimas cinco temporadas (un tercio de esa cantidad) y la generación de recursos por la comercialización de retransmisiones televisivas (dos tercios).

    Tras realizarse los repartos correspondientes, el decreto-ley estipula que "la diferencia entre los clubes y entidades que más y menos ingresen no podrá ser superior a 4,5 veces (algo que se corregiría disminuyendo las cantidades de los beneficiados para acercar a los más alejados de la media). Si el reparto superase los mil millones de euros, la diferencia irá disminuyendo progresivamente hasta las 3,5 veces, que se alcanzaría con ingresos superiores a los mil quinientos millones de euros.

    Garantía del nivel de ingresos durante seis temporadas

    El 'truco' del decreto aparece en la Disposición Transitoria segunda que estipula salvedades a lo anteriormente explicado. Si los ingresos totales obtenidos de la venta conjunta fueran inferiores a los acumulados en las negociaciones individuales no aplicarían los criterios anteriores y cada club vería reducidos sus ingresos de la temporada 2014/15 en la proporción que corresponda. Pero la gran "salvedad" llega cuando se indica que "si la cantidad disponible para el reparto entre los clubes fuera superior a la suma de los ingresos obtenidos por todos los participantes en la temporada 2014/15" pero, tras la aplicación de los criterios, el reparto para algunos clubes aportase cantidades inferiores a las acumuladas esa temporada "se reducirán los importes a percibir por los clubes o entidades con saldos positivos de forma proporcional a su participación en el incremento global de ingresos", con lo que los grandes clubes no se verán perjudicados respecto a los ingresos percibidos en la mencionada temporada (14/15).

    Esto quiere decir que los grandes se aseguran como mínimo cobrar lo mismo que la temporada 2014/15 durante las próximas seis temporadas, mientras que el resto se verán beneficiados (sobre todo los más pequeños) por el reparto equitativo del 50 por 100 de los ingresos que se aporten al reparto global. Por ejemplo, para unos ingresos de mil millones, el reparto general reportaría al Rayo Vallecano 25 millones de partida, mas lo que le correspondiese por la aplicación del resto de criterios explicados anteriormente.

     

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