PUBLICIDAD

Una de comités, caminos rectos y arrepentimientos espontáneos

Escrito por Miércoles, 06 Mayo 2015

    Opinión. "Está claro que los raseros no siempre son los mismos por mucho que en sus consideraciones hablen de "como viene siendo criterio unánime de las diferentes instancias de disciplina deportiva".


    Opinión. El Comité de Competición ha sido duro, intransigente, estricto y, en cierto modo, poco considerado con el entrenador del Rayo Vallecano, Paco Jémez, y con el propio club, permitiéndose el "lujo" de calificar como 'endebles' las argumentaciones del club para explicar lo sucedido en el partido ante el Valencia y de conducta 'reprochable' del técnico durante la disputa de dicho encuentro. Obvia el susodicho Comité la actitud del colegiado Bikandi Garrido, la forma de dirigirse al banquillo, los gestos reiterados y repetitivos y obvia el Comité la tensión de un partido y el momento y el modo en el que se produjo la situación que derivó en la expulsión del técnico. Que Jémez fue correctamente expulsado, nadie lo puede poner en duda, que debe ser sancionado, tampoco, pero que un señor que no ha dado una patada a nadie, que no ha sido desconsiderado, que no ha agredido verbalmente y que no necesitó más que un minuto para abandonar el terreno de juego, sea sancionado con TRES PARTIDOS, clama al cielo.

    El Comité califica de "endebles argumentaciones" del Club de Vallecas que "en una forzada lectura" del artículo 114.3 del Código Disciplinario de la R.F.E.F. "trata de obviar la finalidad del precepto en cuestión, que no es otra que la evidente obligación de retirarse directa y diligentemente a los vestuarios tras una expulsión, sin que pueda justificarse, en cierto tono irónico o jocoso, que dicha obligación pueda hacerse 'por un trazado o camino' distinto al directo". En fin, que Jémez debería haber salido corriendo por la banda, nunca por el camino más recto a los vestuarios (que si el Comité lo estimara conveniente entendería que fue el elegido por el entrenador vallecano), evitando de esta manera que el juego se retrasara más de la cuenta (hago uso de mi ironía para explicar lo que tan farragosamente se discute en el escrito federativo). ¡Qué le vamos a hacer!, los señores de los comités tienen estas cosas. El susodicho Comité echa en falta, además, "alguna prueba videográfica en la que pudiera apreciarse el trayecto elegido por el entrenador (respecto de lo que no puede obviarse, como hace el recurrente, que se hizo penetrando en el terreno de juego) y el tiempo transcurrido desde la expulsión hasta que pudo reanudarse el juego". Más allá del insulto a la inteligencia que supone estar discutiendo sobre si el camino más corto es el deseable o si la línea 'curvi-recta' con ángulo obtuso, recto o agudo, a una velocidad inferior a la del sonido o la luz es la que debe aplicarse, me parece mucho más indignante que unos señores que se permiten el gran placer de irse de puente mientras el resto de integrantes de este negocio (caro para los bolsillos de los aficionados) siguen trabajando, valoren si hubo o no arrepentimiento espontáneo. Dicen, mientras toman su café mañanero, que "aun siendo loables las consideraciones que se mostraron en una rueda de prensa tras la finalización del encuentro, no solo ha transcurrido un lapso de tiempo notablemente superior a lo que pudiera considerarse en sentido estricto como el arrepentimiento espontáneo al que se refiere el apartado a) del artículo 10 del Código Disciplinario de la RFEF, sino que el Sr. Jémez Martín trata de justificar su reprochable comportamiento en hipotéticas circunstancias sobre el desarrollo del partido en ningún caso justifican una falta de respeto a la autoridad arbitral". ¿Qué lapso de tiempo es el que podría considerarse notablemente inferior en sentido estricto para tomarlo como arrepentimiento espontáneo? ¿Un segundo, un minuto, cinco...? Que Jémez saliera en rueda de prensa reconociendo su error, asumiendo una sanción y acatando la decisión del colegiado, ¿no es arrepentimiento o no es espontáneo? ¿o quizá ninguna de las dos cosas?

    En cualquier caso, y para no aburrir tanto como los del café, está claro que los raseros no siempre son los mismos por mucho que en sus consideraciones hablen de "como viene siendo criterio unánime de las diferentes instancias de disciplina deportiva" para hacernos creer que su criterio está basado en consideraciones firmes y contundentes, cuando en realidad son arbitrarias y totalmente subjetivas, como podrían ser consideradas las del Rayo, calificadas de "endebles" por los que, tras su período vacacional, llegan con ganas de imponer sanciones de tres partidos por lo que consideran "una falta de respeto a la autoridad arbitral". Me callaré para no incurrir en el mismo y grave error, no sea que me sancionen con tres partidos y me impidan disfrutar del movidito final de liga que se presenta (y que viviré como Jémez, en la grada). Voy a tomarme un café a la salud del rayismo.

     

    Escucha PxR Radio

    SÍGUENOS EN TWITTER