Buen partido el tuyo, con mucho mérito porque vienes de superar una lesión que pensábamos que había acabado con tu temporada de manera prematura.

Todos pensábamos que después de Sevilla se acababa la temporada, pero mis ganas de jugar han podido con todo y gracias también a que el doctor ha confiado en mí, ha confiado en que podía estar hoy. Estoy muy contento por el resultado y por haber disputado los noventa minutos, que para mí era una prueba importante.

El partido no fue bueno, pero tuvo esos destellos de calidad que hacen que se decante hacia un lado u otro.

Nos hemos enfrentado a un equipo que atraviesa por malos momentos por las circunstancias que les han ocurrido durante el año. Es verdad que no nos ha salido un partido brillante, pero con la calidad dentro del campo ha valido para ganar.

Terminó el partido de manera fea, con tanganas y peleas que afearon todo.

Siempre, desde que yo estoy en el Rayo, ha habido una pequeña competitividad entre ambos equipos. Ellos estaban casi salvados pero un punto les salvaba matemáticamente y eso se notaba, aunque a nosotros es un rival al que nos gusta vencer y poder llevarnos los tres puntos.

Con 46 puntos a falta de dos jornadas, ¿se puede soñar con ese séptimo puesto?

Es complicado. Nosotros vamos a por los seis puntos que nos quedan y tanto el míster como nosotros lo tenemos muy claro. Hay que ir partido a partido. El domingo contra el Córdoba es un buen partido para llevarnos los tres puntos, aunque sabemos que será difícil contra un rival que ya está descendido. Intentaremos sacar los tres puntos de allí y eso nos dará mucha fuerza para el siguiente partido.

Y tú pensando en terminar la temporada jugando.

Ojalá. A ver esta semana, porque me tendré que dosificar un poco y tratarme bien para llegar con fuerzas al día del Córdoba.