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Cobeño merece ser escuchado y entendido

Escrito por Viernes, 15 Mayo 2015

    Opinión. "Si hay un jugador en este club que merece todas las atenciones ese es David Cobeño. El portero ha sabido estar a la sombra de Rubén y de Cristian Alvarez, y encajó con deportividad y resignación el fichaje de Toño",


    Opinión. David Cobeño es, junto a Antonio Amaya -que regresó este año procedente de Real Betis-, y Tito, el último representante de una cantera y de un fútbol que no volverá a repetirse. Los equipos inferiores del Rayo Vallecano disfrutan de unas instalaciones (Ciudad Deportiva), de una infraestructura y de un nivel de atención mucho mayor al que se tenía años atrás. Los niños del Rayo de hoy ven abiertas de par en par las puertas a la gloria, a la Primera División, al fútbol profesional y al éxito. Amaya debuta este año con el Rayo en Primera y lo hace después de Lucas, Lass, Rubén Ramiro, Isi o Leo, y a la vez que Clavería, un juvenil que encabeza el proyecto de un club que está sabiendo trabajar la cantera para asegurarse el futuro. Su marcha al Wigan, su regreso a Vallecas para ayudar a ascender a Primera y su salida al Betis, lo evitaron, ahora ha visto cumplido su sueño.

    Cobeño es el representante de aquella 'tropa' de jugadores que pelearon en Segunda División por devolver al Rayo a Primera, que se tragaron los momentos más difíciles del club de Vallecas (una huelga, infinidad de reuniones con la familia Ruiz-Mateos, impagos, concurso de acreedores) y que, en su calidad de capitán, siempre estuvo al frente de lo que día a día sucedía en un club en el que la tranquilidad no parecía tener cabida.

    El de Móstoles, rayista como el que más, peleó en Castellón, Soria, Salamanca, Murcia, lo hizo en todos los campos de Segunda junto a Aganzo, Collantes, Enguix, Coke, Piti, Pachón o Rubén Reyes, en su primera etapa, también con Jofre, Michel, Diamé, Pelegrín y con Armenteros, Arribas, Trejo, Delibasic o Yuma, entre muchos otros. Cobeño estuvo en el ascenso a Primera División, participó en la salvación del equipo el día del Tamudazo ante el Granada, sufrió y peleó desde la portería, desde el banquillo o desde la grada para que el Rayo siguiera siendo uno más de los grandes equipos de la Primera División. Cobeño consiguió su objetivo y contribuyó al de todos los rayistas.

    Un año más, después de su viaje a Rumanía en 2012 para enrolarse en un proyecto que mostraba más sombras que luces, y tras frustrarse su fichaje por el R.C.D. Espanyol, llega el momento de tomar la gran decisión, de hablar de futuro. 

    Si hay un jugador en este club que merece todas las atenciones ese es David Cobeño. El portero ha sabido estar a la sombra de Rubén y de Cristian Alvarez, también ha sabido encajar con deportividad y resignación la decisión del club de fichar a Toño, viendo cómo se le relegaba al puesto de tercer portero de la actual plantilla. Nunca levantó la voz, ni una queja, ni un lamento. Cobeño ha seguido trabajando cada día como si fuera el primero, como si fuera el último. Ante el Getafe, su entrenador, Paco Jémez, decidió 'premiarle' por su fidelidad, por ser una pieza clave e importante en un engranaje que necesita jugadores como él, con experiencia y con peso específico, con conocimiento de causa, que sepan qué es el Rayo, que sean, como es Cobeño, el Rayo.

    La afición también supo reconocer su compromiso y le premió coreando su nombre. Justo premio para un jugador que desde el banquillo ha vivido los partidos como los vives tú en la grada o a través de la televisión: con pasión.

    En este fútbol profesional de hoy en día casi no hay hueco para los sentimientos, ni para la justicia. En este deporte, en el que el dinero manda por encima de cualquier otra consideración, Cobeño tendrá difícil encontrar un resquicio para sacar la cabeza y reivindicar su rayismo y su compromiso con el club. Este jugador es parte de la historia reciente del club y merece ser escuchado y ser entendido. Se quiere quedar, eso seguro, pero también quiere tener la oportunidad de despedirse del fútbol y de su club de toda la vida formando parte del proyecto. Difícil conjugación si la idea es invertir los "beneficios" económicos del reparto televisivo en reforzar la plantilla, y por extensión la portería. Toño seguirá, Cristian está cedido y Cobeño termina contrato. El Rayo tiene la última palabra en una situación con mucho sentimiento de por medio.

     

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