Ficha técnica:

Rayo Vallecano (2): Toño, Tito, Zé Castro (Leo, minuto 75), Morcillo (A), Nacho, Fatau (Jozabed, minuto 81), Trashorras, Embarba, Aquino (Alex Moreno, minuto 56), Bueno y Manucho.

Real Sociedad (4): Rulli, Mikel González (A), Markel Bergara (Elustondo, minuto 60), Iñigo Martínez, Granero (Agirretxe, minuto 68), Carlos Vela (Carlos Martínez, minuto 79), Rubén Pardo, Canales, Chori Castro, Zaldúa y De la Bella.

Arbitro: Teixeira Vitienes.

Goles: 0-1. Minuto 19. Carlos Vela; 0-2. Minuto 21. Chory Castro; 1-2. Minuto 42. Bueno; 2-2. Minuto 63. Morcillo; 2-3. Minuto 73. Agirretxe; 2-4. Minuto 74. Elustondo.

El Rayo Vallecano no pudo terminar la temporada brindando una nueva victoria a su afición y no lo hizo porque enfrente tuvo a un equipo con una gran pegada y que supo aprovechar las concesiones defensivas de los de Jémez, que pese a su buen fútbol salieron goleados ante la Real Sociedad. El recién renovado técnico franjirrojo tuvo que componer el equipo ante las bajas de Amaya, Baena y Kakuta, dando entrada a Morcillo, Fatau y de nuevo Embarba, que compartió trabajo en banda con el mexicano Aquino.

El partido, con dos equipos sin más pretensiones que demostrar que su orgullo les exigía el máximo, fue intenso, rápido y libre de presiones tácticas. Cuando esto sucede, aflora la calidad individual de los Vela, Embarba, Pardo, Canales o Bueno, capaces de desequilibrar, rematar, presionar y buscar balones en profundidad que terminen generando peligro sobre el portal contrario. 

El Rayo jugó bien pero no fue suficiente. La Real Sociedad con dos buenas acciones, aprovechando el sufrimiento defensivo de Nacho por banda izquierda, se situaría con una clara ventaja de 0-2 merced a los tantos anotados por Carlos Vela y por Chory Castro. Los goles donostiarras no consiguieron desactivar el ambiente festivo de una Vallecas que supo recompensar a los suyos con el apoyo y el aliento que se han ganado a lo largo de una excepcional temporada.

A nivel de fútbol, la Real buscaba las acciones verticales y rápidas, intentando aprovechar los huecos de los locales, mientras que el Rayo seguía con su idea de amasar cada jugada desde el principio hasta el final. Su constancia le serviría para llegar al descanso con vida, porque Alberto Bueno, que jugó su último partido con la franjirroja, consiguió recortar distancias antes del descanso.

A la vuelta de vestuarios el Rayo encontró nuevos bríos y se subió a las barbas de una Real bien plantada y con jugadores de gran calidad, sorprendentemente mal aprovechados esta temporada. Los dos balones que estrellaron en la madera de la portería de Rulli en la primera mitad se vieron reforzados con los intentos fallidos de un segundo período en el que sus alegrías ofensivas fueron contrarrestadas con gran 'violencia' por los de Moyes. Morcillo empataba el partido y brindaba esperanzas a la parroquia local de sumar la última victoria de la temporada, pero primero Agirretxe y posteriormente Elustondo, con un auténtico golazo, finiquitaron el choque del orgullo.

Ambas aficiones aplaudieron a sus respectivos equipos en una jornada marcada por la cordialidad y el 'buen rollo' entre dos hinchadas que se citaron para el año que viene.