Hoy se abría un nuevo período en el proceso de reubicación de abonados y de captación de nuevos miembros de la familia rayista y, como era de esperar, el alto volumen de aficionados que durante todo el día han acudido a las instalaciones del club ha terminado colapsando las taquillas, que han ampliado su horario para atender al mayor número de abonados posible pero que, finalmente, no ha sido suficiente para atender a todos, provocando la indignación de un grupo de seguidores que, tras varias horas esperando, se quedaron 'en la calle'.

Durante toda la noche muchos seguidores franjirrojos aguardaron la apertura de las taquillas para hacerse con uno de los 170 abonos que el club ponía a disposición del público en general para el fondo del estadio. La gran afluencia de seguidores que durante toda la mañana se acercó al Estadio de Vallecas obligaba a los trabajadores encargados de gestionar estos abonos a ampliar unilateralmente su horario, repitiéndose esta circunstancia al cierre del horario establecido (20 horas). Aún así, y pasadas las 21 horas, todavía había varias decenas de aficionados esperando su turno, lo que provocó momentos de tensión y nervios cuando se tomó la decisión de cerrar las puertas (aunque previamente se había avisado de la ampliación del horario hasta dicha hora como deferencia hacia muchos de los que llevaban horas esperando).

El club deberá tomar nota de los comentarios que se escuchaban entre los seguidores del Rayo, que no entendían que únicamente hubiera dos de las tres ventanillas habilitadas y que, en su gran mayoría, desconocían el esfuerzo que los empleados del club realizaron durante todo el día.

Imagen de la zona de taquillas del Estadio de Vallecas minutos antes del cierre de las mismas.