Diego Aguirre está intentando aprovechar cada minuto que le brinda Paco Jémez para intentar convencer al técnico. El jugador franjirrojo, que el año pasado jugó cedido en Segunda División, afirmó ayer que "en Leganés me hicieron debutar en Segunda y estoy muy agradecido a la gente, por su recibimiento", añadiendo sobre su futuro que "de momento soy jugador del Rayo hasta que me digan lo contrario, estoy contento, estoy luchando y trabajando a las órdenes del míster para ver si este año puedo cumplir mi sueño de jugar en Primera División".

Pese a todo, Aguirre es consciente de su situación dentro del equipo y de la posibilidad de volver a salir cedido por segunda temporada consecutiva, como ya le ha ocurrido al colombiano Johan Mojica. "Está claro que si el entrenador decide que no va a contar contigo, lo mejor para un jugador es salir y buscar opciones en otro sitio. Aun así, como te decía, yo estoy centrado en el Rayo y ahora mismo mi equipo es el Rayo, así que a luchar", indicando además que "me siento cómodo, a gusto. El Leganés me ha hecho madurar mucho como jugador, ahora me siento mucho más futbolista. El planteamiento táctico me gusta, me siento cómodo sacando el balón jugado".

El ex-jugador del Toledo también reconoció el papel de la afición. "La afición es de doce. Fueron a Alemania a animar, como si fuesen un jugador más, y eso para los jugadores es muy importante, saber que lo hagan bien o mal siempre estarán ahí animando".

En relación a la polémica de los últimos días, con el cruce de declaraciones entre Paco Jémez y Felipe Miñambres, Aguirre comentó que "los jugadores estamos centrados en el juego y en los temas extradeportivos de directiva y entrenador no nos metemos", indicando sobre la integración de Zhang Chengdong que "somos un grupo que aceptamos a todo el mundo muy bien. Es buen compañero, se le ve buena gente y uno más, así que a ayudarle lo máximo posible, porque viene de muy lejos, y poco más", concluía.