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Toño y el Rayo se suben a las barbas del Valencia

Escrito por Domingo, 23 Agosto 2015

    El Rayo Vallecano empató ante el Valencia (0-0) en el estreno liguero ante cerca de diez mil aficionados. Los de Jémez sufrieron en la primera mitad y fueron superiores a los valencianos en la segunda. El héroe del partido, Toño, que estuvo espectacular.



    Ficha técnica:

    Rayo Vallecano (0): Toño, Tito (A), Llorente, Zé Castro, Nacho (A), Trashorras, Baena, Ebert, Bebé (Fariña, minuto 73), Miku (Lass, minuto 68) y Manucho (A).

    Valencia C.F. (0): Ryan, Cancelo, Vezo, Mustafi (A), Orban, Javi Fuego, Danilo, De Paul (Rodrigo, minuto 74), Santi Mina (Barragán, minuto 68), Piatti (Bakkali, minuto 62) y Negredo.

    Arbitro: Undiano Mallenco.


    El Rayo Vallecano consiguió su primer punto de la temporada ante un Valencia que fue superior a los vallecanos en la primera mitad, pero que fue ampliamente superado por los de Jémez en un segundo tiempo que bien pudo haber decantado la balanza hacia el lado local. Entre las novedades, el técnico franjirrojo incluyó a Diego Llorente en el eje de la zaga y a Bebé y Ebert en los dos carriles ofensivos de un equipo que tuvo la columna vertebral del año anterior, con Tito, Nacho y Zé Castro, Baena y Trashorras, Miku y Manucho como compañeros de viaje de los últimos refuerzos, entre los que no estaban Rat o Fariña, incluidos en la convocatoria, o Cissé o Chengdong, que se quedaron fuera por decisión técnica.

    Enfrente, un Valencia con dudas a nivel de juego y con capacidad de pegada suficiente como para derrotar al Mónaco siendo inferior en la previa de Champions, y que llegaba a Vallecas a darle la vuelta a la situación. Los de Nuno, que no pudieron contar con tres hombres importantes (Gayá, Feghouli y Parejo) improvisaron un once con novedades que les permitió tener el equilibrio y la consistencia de un equipo del nivel de los valencianistas. 

    El Rayo empezó valiente, como siempre, voluntarioso, como siempre, y volcado hacia medio campo rival, como siempre. Bebé, que pecó de individualista en diversos momentos, intentó sorprender a Ryan con disparos lejanos, Manucho 'se pegó' con los centrales Mustafi y Vezo, mientras Ebert intentaba, primero por un costado y después por el otro, desnivelar la defensa visitante. Miku, la gran sorpresa de la alineación de Jémez, jugando entre líneas a lo Alberto Bueno, lo intentó y participó del juego de ataque.

    En los primeros instantes el Rayo pareció tomar las riendas del partido, con Trashorras y Baena dominando la parcela central del terreno de juego, pero con el paso de los minutos la realidad devolvería a cada equipo a su supuesto nivel. El Valencia empezó a mandar y Santi Mina, el de la goleada en solitario en Balaídos de la temporada pasada, estuvo cerca de superar a un Toño que fue, de largo, el mejor jugador de la noche en Vallecas. El cancerbero desbarató la primera acción peligrosa de los valencianos, que siguieron intentándolo con llegadas por banda que inquietaban a los centrales y que superaban a los laterales franjirrojos. Llorente estuvo contundente al corte y se atrevió a salir con el balón en los pies y Zé Castro supo sufrir para frenar las acometidas de Mina y Negredo.

    Con la segunda mitad llegó el momento clave para el Rayo. Los vallecanos dieron dos pasos al frente, se quedaron con el balón, llegaron por banda, dieron entrada a Lass y empezaron a hacer peligrar el punto al que se aferraba el equipo de 'Champions'. Manucho estuvo cerca de rematar un balón que se le quedaba atrás, mientras que Fariña, que había entrado en esta segunda parte, no llegó a un nuevo envío al área que bien pudo haber supuesto el primer gol del partido.

    Con todo el 'pescado vendido' en el estreno liguero llegó la acción del partido. Negredo fusiló a Toño que, con un movimiento increíble y sorprendente, despejó el remate del vallecano en el minuto noventa, dejando las tablas en un marcador que agradó a los vallecanos por el empuje, la lucha y la garra de los suyos y que dejó a los valencianos con sabor agridulce por lo que pudo haber sido y se quedó en un 'casi'.

     

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