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La inteligencia del Deportivo potencia el bloqueo mental del Rayo

Escrito por Martes, 15 Septiembre 2015

    El Rayo Vallecano cayó derrotado ante un Deportivo de la Coruña que jugó de manera inteligente y que aprovechó las concesiones de los vallecanos para lograr una holgada victoria ante el bloqueo mental de los franjirrojos.



    Ficha técnica:

    Rayo Vallecano (1): Juan Carlos, Quini (Lass, minuto 61), Llorente (A), Amaya, Nacho, Baena, Trashorras, Pablo Hernández (Fariña, minuto 79), Ebert (A) (R), Embarba y Javi Guerra (Manucho, minuto 61).

    Deportivo (3): Lux, Laure (A), Arribas (A) (Lopo, minuto 71), Sidnei, Navarro, Mosquera, Borges, Fajr, Juanfran (Juan Domínguez, minuto 78), Luis Alberto (Luisinho, minuto 63) y Lucas.

    Arbitro: De Burgos Bengoetxea.

    Goles: 0-1. Minuto 6. Borges, 1-1. Minuto 26. Embarba; 1-2. Minuto 27. Luis Alberto; 1-3. Minuto 60. Lucas.


    El Deportivo de la Coruña consiguió con inteligencia, astucia y una buena dosis de oportunismo y contundencia, derrotar a un Rayo Vallecano que empezó el partido con ganas, pero que terminó como un 'muñeco roto' en manos de un rival que pudo haberle masacrado en la recta final. El bloqueo mental de los de Jémez fue aumentando conforme pasaban los minutos y la grada de Vallecas se cebó con un par de jugadores cuyos errores de bulto terminaron por encender la mecha de otra noche rara.

    Cuando el fondo de Bukaneros no canta, cuando se oye a la afición visitante como si fuera la local, cuando lo único que hay es un silencio roto por las protestas contra este o contra aquel, en definitiva, cuando Vallecas se enfría, el estadio y el equipo se vulgarizan hasta el extremo de perder la magia, la esencia y el sentido. La de hoy volvió a ser una noche triste, desangelada, espiritualmente vacía.

    Jémez dio las primeras pinceladas de lo que quiere de sus jugadores. Busca compromiso, busca hombres que entiendan su liderazgo y gente que se suba al carro a remar para sacar este nuevo proyecto hacia adelante. Por el camino se dejó a Bebé y a Miku, encontrando a Pablo Hernández y Guerra. El experimento en principio no pareció salir mal, porque ambos se enchufaron desde el minuto uno y, con Embarba por una banda y Ebert por la otra, generaron buenas sensaciones, hasta que Lucas empezó a encontrar su sitio. El ex-jugador del Rayo, con gran velocidad, con gran decisión y con una inteligencia espectacular para buscar los desmarques, empezó a desquiciar al centro de una zaga formada hoy por Llorente y por Amaya, que no tuvo su noche y que sería 'pasto' de las iras de la afición franjirroja en diversas fases del encuentro.

    Borges, que volvía a 'mojar' ante el Rayo, abría el marcador a los seis minutos de juego sorprendiendo a la defensa y a un Juan Carlos que poco pudo hacer para detener el primer remate a portería de los gallegos en su debut como titular y ante su público. Las cosas, a nivel de marcador, empezaban mal, aunque el equipo todavía conservaba la frescura que poco a poco le iría abandonando. Con el balón en los pies el Rayo fue mejor que el Dépor, aunque los gallegos, inteligentemente, supieron agazaparse y esperar los momentos precisos para golpear duramente a su rival.

    Embarba, que fue uno de los jugadores destacados de la primera mitad, conseguiría igualar el partido aprovechando una acción de Ebert, que dejó pasar el balón para que su compañero batiese a Lux y, pese a que Javi Guerra veía cómo se le anulaba un gol por fuera de juego, el conjunto vallecano seguía empujando para dar la vuelta a la tortilla. Pese a todo el esfuerzo, defensivamente el equipo era un manojo de nervios, potenciado principalmente por el acierto de un Dépor que, un minuto después del empate, y en el segundo remate sobre portería lograba el 1-2. El Rayo empezó entonces a tambalearse para acabar rendido a la evidencia y a merced de los gallegos en una mala segunda mitad.

    Los nervios de la zaga, las imprecisiones del centro del campo, la poca claridad de los atacantes y la falta de recursos para cambiar el rumbo del encuentro, terminaron por bloquear mentalmente a un Rayo que ya no levantaría cabeza. Lucas anotó el 1-3 y se convirtió en el estilete ofensivo de un Dépor que se quedó a la espera de las concesiones de los locales que, sumando errores, terminaron por enfurecer a un sector del público que lo terminaría pagando con Trashorras y con Amaya. Ambos fueron el claro exponente del quiero y no puedo de un equipo que tiene que encontrar el rodaje imprescindible para que todo funcione y que, visto lo visto, todavía está lejos de su mejor puesta a punto.

    La entrada de Manucho y Lass pareció reactivar algo el ataque de un equipo presa de los nervios, pero su aportación se fue eclipsando hasta convertirse en dos jugadores más dentro del maremágnum en el que se había convertido el juego del Rayo. Fariña, que también apareció en la segunda mitad, apenas tuvo protagonismo.

    Aparte de los errores en el pase, de la ausencia de ideas y de la poca claridad, el Rayo tiene que pulir detalles. Ebert dejó a su equipo con diez a falta de un cuarto de hora por protestar con 'palabras gruesas' al colegiado y Jémez anticipó un 'castigo' para el extremo franjirrojo. Además, el cansancio empezó a hacer mella en un equipo que con la losa del 1-3 vería cómo su rival desperdiciaba, en ocasiones por aciertos de Juan Carlos y en otras por errores propios, una tras otra varias ocasiones claras para haber engordado mucho más un marcador que deja al equipo desencantado y a la afición desconectada. Mucho trabajo por delante.

     

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